451 años de fundación

En la ciudad de Tarija, un grupo de jóvenes voluntarios conocido como Corderitos Blancos ha iniciado una destacable labor destinada a apoyar a los ancianos que se ven obligados a trabajar en las calles para subsistir. Esta iniciativa, que se originó en La Paz, ha encontrado eco en diversas localidades del país y ahora busca mejorar la calidad de vida de los adultos mayores en situación de vulnerabilidad en el departamento.

El Teniente Coronel Iván Mendivil, uno de los promotores de este movimiento, explicó que su objetivo principal es ofrecer asistencia a aquellos ancianos que, a pesar de su edad, deben vender productos como caramelos o artículos pequeños para poder sobrevivir. Mendivil subrayó que el enfoque de Corderitos Blancos radica en eliminar las barreras sociales y priorizar el compromiso genuino de ayudar, más allá de los roles y posiciones que cada uno pueda tener. Además de la asistencia material, el grupo se centra en proporcionar compañía y apoyo emocional, elementos esenciales para el bienestar de los mayores.

El inicio de sus actividades en Tarija se produjo al ofrecer ayuda a una anciana que vendía caramelos en el Mercado Central. Desde ese momento, los voluntarios, que se visten de blanco como símbolo de pureza y bondad, han asumido el papel de ángeles en la comunidad, dedicándose a rescatar a quienes enfrentan dificultades. Hasta la fecha, han conseguido reunir a 40 personas dispuestas a colaborar y esperan que más ciudadanos se unan a esta causa altruista. Un aspecto notable de esta iniciativa es que no hay un monto mínimo para las donaciones; cualquier contribución, por pequeña que sea, es apreciada.

El grupo tiene como meta expandir su impacto a diferentes áreas de la ciudad y sus alrededores, visitando a los ancianos que necesiten ayuda y brindándoles un respiro en su lucha diaria. Para aumentar su alcance, han activado sus redes sociales, como Facebook y TikTok, donde comparten su mensaje y facilitan la colaboración de la comunidad. Estas plataformas les han permitido conectar con un público más amplio y convertir su esfuerzo en un verdadero movimiento de solidaridad.

Mendivil enfatizó que esta labor no solo busca disminuir la pobreza en Tarija, sino también fomentar la participación de la ciudadanía en causas sociales. La inclusión de personas de diversas edades y profesiones refuerza la idea de que todos pueden contribuir a generar un cambio, sin importar su situación personal.

A través de su dedicación y generosidad, Corderitos Blancos está sembrando esperanza y contribuyendo a la construcción de un futuro más inclusivo y humano en Tarija, con la aspiración de que su modelo de solidaridad se replique en otras regiones del país

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