La disponibilidad y el costo de los tratamientos oncológicos se han convertido en un desafío crítico, con medicamentos esenciales experimentando un incremento sustancial en sus precios, lo que dificulta su acceso para los pacientes debido a la escasez de divisas. Una parte significativa de los fármacos que circulan en el mercado nacional, específicamente el 55%, son de origen importado, una dependencia que, según la Asociación de Representantes, Importadores y Distribuidores de Fármacos, hace que la falta de moneda extranjera ponga en riesgo directo el abastecimiento en farmacias y centros hospitalarios. Los pacientes con cáncer son quienes más resienten esta situación, enfrentando una escalada de precios y una oferta cada vez más restringida.
Desde organizaciones dedicadas a la lucha contra el cáncer, se ha reportado que los medicamentos oncológicos han duplicado su valor en los últimos meses. Este fenómeno se atribuye principalmente a la limitada disponibilidad de divisas y a los elevados costos de importación que reportan las empresas proveedoras. La problemática no se circunscribe a una única región; pacientes en diversas localidades han elevado sus demandas a las autoridades nacionales, solicitando la provisión de fármacos indispensables para sus terapias fundamentales.
Un obstáculo adicional identificado es la Lista Nacional de Medicamentos Esenciales (Liname). Según representantes de pacientes, los precios de referencia establecidos en esta lista no reflejan las condiciones actuales del mercado, lo que impide la adquisición de numerosos medicamentos. Se argumenta que los costos fijados por la Liname son demasiado bajos, resultando en la ausencia de estos fármacos en el mercado. Por ello, se ha planteado la necesidad de una actualización constante o, en su defecto, la creación de una lista específica para medicamentos oncológicos que contemple sus valores reales.
En centros hospitalarios, la situación se traduce en un suministro limitado. Muchos medicamentos no han podido ser adquiridos precisamente por las discrepancias con los precios de la Liname. Ante este panorama, se han enviado comunicaciones al Ministerio de Salud solicitando una adenda al listado oficial, con el fin de establecer precios realistas y viables.
Mientras tanto, diversas agrupaciones de apoyo trabajan para asegurar la continuidad de las terapias. Acompañan los tratamientos, facilitando que los especialistas evalúen, cada cuatro ciclos, la efectividad de los medicamentos disponibles o la necesidad de un cambio. Actualmente, existe una urgencia particular por conseguir agentes de contraste para tomografías y resonancias, sin los cuales el avance en los tratamientos se ve seriamente comprometido.
Los tipos de cáncer más prevalentes en algunas regiones incluyen el de mama y cérvix, seguidos por el cáncer de estómago y la leucemia. En este contexto, se recuerda que octubre es el mes dedicado a la sensibilización sobre el cáncer de mama, una enfermedad que representa la principal causa de mortalidad entre mujeres a nivel global.
Otro punto de preocupación expresado por los pacientes oncológicos es el estancamiento de la construcción de un hospital especializado. A una década de su inicio, la obra apenas registra un 40% de avance físico. Esta situación obliga a una gran mayoría, aproximadamente el 90% de los pacientes, a desplazarse a otras ciudades en busca de atención médica.
La crisis económica impacta severamente en las familias. La escasez de fármacos en los hospitales empuja a muchos a buscar alternativas en farmacias privadas, donde los precios resultan inalcanzables. Ante este adverso escenario, se están explorando alianzas estratégicas con diversas instituciones, reconociendo que la mejora de la situación por parte de las autoridades tomará tiempo. La adquisición de medicamentos de alto costo, como los agentes de contraste, representa una carga financiera considerable.
Desde algunos centros de salud, se atribuye al gobierno la demora en los desembolsos de recursos destinados a la compra de medicamentos, lo que impide a los nosocomios contar con la autonomía necesaria para su abastecimiento. Los pacientes más vulnerables son los niños que luchan contra el cáncer; actualmente, 26 menores se encuentran en tratamiento, la mayoría entre los 8 y 10 años, siendo la leucemia linfoblástica la patología más frecuente.
En respuesta a esta problemática, el Gobierno Nacional y la Cámara de la Industria Farmacéutica Boliviana han acordado establecer mesas técnicas la próxima semana para actualizar los precios referenciales de los medicamentos esenciales. Este esfuerzo busca proyectar los costos de los fármacos para la gestión 2026, considerando los precios reales registrados durante el presente año. La industria ha propuesto incorporar factores de indexación en la metodología de costos referenciales para reflejar la realidad del mercado. Otros ejes de trabajo identificados incluyen la normalización del abastecimiento y la lucha contra el consumo de medicamentos ilícitos, un problema que se agudiza cuando los pacientes, ante las limitaciones de la oferta formal, recurren al mercado informal