La dirección del Movimiento al Socialismo (MAS), específicamente del ala arcista, ha programado un congreso para los días 21 y 22 de marzo en la ciudad de El Alto. Este encuentro busca revisar y modificar el estatuto y los reglamentos del partido. Desde Tarija, Andrés Meriles, líder de la dirección departamental, ha confirmado su participación, aunque ha señalado que antes de asistir, se enfocará en renovar las estructuras del partido a nivel municipal y regional. Por su parte, los seguidores del bloque evista han criticado esta iniciativa, considerándola ilegal.
Andrés Meriles ha expresado que es fundamental actualizar el estatuto del MAS. La delegación tarijeña planea acudir con un grupo significativo de representantes. Según Meriles, uno de los puntos de discusión es el reconocimiento de las organizaciones sociales como las verdaderas propietarias del instrumento político, un tema que ha llevado a la dirección a solicitar la intervención del Tribunal Constitucional Plurinacional para asegurar que el control recaiga en las bases.
El líder departamental también ha señalado que el actual requisito de tener diez años de antigüedad para ser dirigente limita los derechos políticos de los jóvenes, quienes deberían poder participar desde los 18 años. Meriles propone reducir este requisito a solo dos años de militancia.
En cuanto a la reestructuración de las directivas, Meriles ha indicado que, tras asumir la dirección departamental, ha notado que muchas de las actuales direcciones municipales y provinciales han concluido su mandato. Por ello, planea emitir una convocatoria para reorganizar estos espacios antes del próximo martes, con el objetivo de tener nuevas directivas en funcionamiento para mayo.
Sin embargo, el bloque evista ha manifestado su descontento con estas acciones. Pilar Lizárraga, una de las fundadoras del MAS en Tarija, ha denunciado que la actual dirección está actuando de manera ilegal. Según Lizárraga, la convocatoria al congreso carece de legitimidad y está influenciada por el gobierno de Luis Arce, argumentando que muchos de los actuales dirigentes no cuentan con el respaldo de la militancia.
Lizárraga también ha cuestionado la moral de Meriles para liderar la reorganización del partido, recordando sus vínculos con otras agrupaciones políticas. A su juicio, la división dentro de las organizaciones, como la Federación de Campesinos, es responsabilidad de Meriles. En lugar de participar en espacios que consideran ilegítimos, el bloque evista se centrará en respaldar la candidatura de Evo Morales para la presidencia de Bolivia, desestimando cualquier intento de los actuales dirigentes.
Por otro lado, Sandra Baldiviezo, otra dirigente del MAS, ha afirmado que la militancia no reconoce a Grover García como el líder nacional del partido, cuestionando la legitimidad de sus acciones. Aunque Baldiviezo ha sido asociada con el ala arcista, señala que la dirección departamental puede organizar sus eventos, pero carece del respaldo de las bases