El Sindicato de Transporte Virgen de Chaguaya, que agrupa a aproximadamente 120 microbuses, enfrenta una grave crisis debido a la escasez de diésel en el mercado local. Según el dirigente Filemón Aiza, de esta cantidad, solo 80 vehículos se encuentran operativos, mientras que el resto permanece en espera de combustible.
En un contexto donde la situación se ha vuelto insostenible, Aiza anunció que el sindicato emitirá un pronunciamiento en las próximas horas. La falta de diésel ha llevado a los transportistas a pasar noches en filas en busca de suministro, lo que ha generado un clima de desesperación entre los miembros de la organización.
El dirigente expresó su preocupación por la normalización de esta problemática, señalando que el sector cooperativo de transporte no ha alzado la voz ante el aumento en los precios de los repuestos ni por la falta de combustible. Parece que todos se han acostumbrado a esta situación, esperando horas y días sin que nadie se queje, comentó.
Aiza también subrayó que la escasez de diésel está relacionada con la falta de dólares en el país, un hecho reconocido incluso por las autoridades. Sin divisas, no se puede importar. Aunque hay diésel disponible en países vecinos como Paraguay y Argentina, Bolivia no cuenta con los recursos necesarios para adquirirlo, afirmó, enfatizando las pérdidas económicas que esta situación ha generado para el sector.
La crisis se agrava para aquellos que dependen del transporte, ya que la falta de combustible impide la generación de ingresos. Aiza destacó que el sector enfrenta una crisis económica evidente, que afecta de manera directa la operatividad de los microbuses.
En otro orden de ideas, el dirigente informó sobre un cambio reciente en la estructura organizativa del sindicato. Anteriormente conocido como cooperativa Virgen de Chaguaya, ahora se ha decidido adoptar la denominación de Sindicato Virgen de Chaguaya. Este cambio responde a la necesidad de un enfoque más activo en la defensa de los derechos de los transportistas, dado que algunos dirigentes no habían estado comprometidos con la resolución de los problemas que enfrenta la organización, como la falta de diésel