El contrato establecido en años anteriores entre la gobernación de Tarija, durante el mandato del exgobernador Adrián Oliva, y la Empresa Nacional de Electricidad (ENDE), específicamente su subsidiaria Guaracachi, está siendo objeto de críticas por parte del sector agrícola local. Este acuerdo se refiere a la gestión y producción de energía en la hidroeléctrica de San Jacinto.
Arturo Rivera, presidente de la Asociación de Trabajadores Regantes del Proyecto Múltiple San Jacinto, expresó su preocupación sobre la falta de mantenimiento en el embalse por parte de Guaracachi. Aunque no tiene un conocimiento profundo del contrato, considera esencial revisarlo, especialmente para determinar si la empresa se beneficia únicamente de la generación eléctrica mientras el mantenimiento del embalse queda desatendido, lo que podría incrementar la sedimentación.
Rivera subrayó la necesidad urgente de abordar este asunto, ya que el uso intensivo de agua para la producción de electricidad impacta negativamente en la disponibilidad de este recurso para el riego agrícola. Además, señaló que Tarija ya está integrada al Sistema Interconectado Nacional, lo que pone en duda la necesidad de continuar generando energía en San Jacinto.
Por otro lado, la concejal municipal de Tarija, Marcela Guerrero, anunció su intención de retomar la discusión sobre este tema con Servicios Eléctricos de Tarija. La concejal busca que se considere la posibilidad de anular el contrato con Guaracachi, debido a que la sedimentación en la represa de San Jacinto y el uso de agua para la generación eléctrica están reduciendo la cantidad disponible para el riego.
Guerrero también destacó que esta situación ha comenzado a generar tensiones sociales entre los regantes, lo que añade una capa de complejidad al problema. La situación demanda atención inmediata para evitar conflictos adicionales y garantizar el acceso al agua para la agricultura en la región
