Las autoridades argentinas han desarticulado dos operaciones de narcotráfico en un lapso de ocho días, logrando la detención de cuatro individuos de nacionalidad boliviana y la incautación de más de 130 kilogramos de cocaína.
Una de estas intervenciones tuvo lugar el pasado martes 14 de octubre, cuando efectivos del Escuadrón 59 en Santiago del Estero interceptaron un camión cisterna en la Ruta Nacional 34. El vehículo, que procedía de Bolivia con destino final a Campana, provincia de Buenos Aires, ocultaba 46 kilos y 842 gramos de estupefaciente. Durante la inspección, se localizaron catorce paquetes rectangulares envueltos en sábanas y otros treinta y un paquetes de características similares dentro de una caja de cartón, todos ellos en la cabina del rodado. Dos hombres de origen boliviano fueron arrestados en relación con este hallazgo, y la droga fue puesta a disposición del Juzgado Federal 2 de Santiago del Estero.
Previamente, ocho días antes de esta operación, otra acción policial resultó en la detención de dos ciudadanos bolivianos, un tío y su sobrino, quienes transportaban 86 kilos y 760 gramos de cocaína. El arresto se produjo en el kilómetro 4.307 de la Ruta Nacional 40, donde agentes del Escuadrón Aguilares detuvieron una camioneta Ford Ranger. El vehículo había iniciado su recorrido en Cafayate, Salta, y se dirigía a la ciudad de San Miguel de Tucumán. La sustancia ilícita se encontraba ingeniosamente oculta dentro de dos tubos de GNC montados en la caja de la camioneta. Los agentes detectaron el cargamento al percibir inconsistencias sonoras al golpear los cilindros y al observar soldaduras inusuales, de tipo ventana, en la superficie longitudinal de los mismos, lo que levantó las sospechas sobre su contenido
