El organismo electoral ha implementado una serie de modificaciones significativas en el formato del próximo debate presidencial, que congregará a los aspirantes Rodrigo Paz Pereira, del Partido Demócrata Cristiano, y Jorge Tuto Quiroga, en representación de la alianza Libre. Estas adaptaciones buscan optimizar el intercambio de ideas y propuestas entre los candidatos.
Entre los ajustes más relevantes, se ha determinado un incremento sustancial en el tiempo asignado para las respuestas de los participantes, pasando de un breve lapso a un período más amplio de tres minutos, lo que permitirá un desarrollo más profundo de sus planteamientos. Asimismo, se fortalecerá la autoridad de los moderadores, quienes tendrán un rol más activo en la dirección del debate, asegurando que las discusiones se mantengan enfocadas en los temas centrales. A diferencia del encuentro vicepresidencial previo, esta edición no contará con invitados especiales en el panel.
La entidad electoral ha coordinado con cuatro importantes cadenas televisivas de la capital —Cadena A, Bolivisión, Red Uno y Unitel— para la selección de los moderadores. Cada una de estas redes aportará un presentador para asumir esta función, aunque los nombres específicos aún no han sido confirmados.
Estas y otras revisiones fueron acordadas tras una sesión plenaria del ente electoral, con el objetivo de perfeccionar el formato del debate final. El evento está programado para este domingo 12 de octubre, siete días antes de la segunda vuelta electoral fijada para el 19 de octubre. La cita será en un céntrico hotel de La Paz, comenzando a las 21:00 horas y se estima que concluya alrededor de las 22:30, considerando la extensión de los tiempos de respuesta.
La decisión de realizar estos cambios surge en parte de las evaluaciones del reciente debate entre los candidatos a la Vicepresidencia, Edman Lara (PDC) y Juan Carlos Velasco (Libre), celebrado el 5 de octubre. Aquel encuentro generó diversas críticas respecto a su estructura, el desempeño de los moderadores y la percepción de que las propuestas presentadas carecieron de la profundidad esperada.
En cuanto a la agenda temática, el ente electoral ha delineado siete ejes principales para que Paz y Quiroga expongan sus visiones. Un foco central, abarcando al menos tres de estos ejes, será la actual coyuntura económica del país. Se espera que los candidatos aborden cuestiones cruciales como la escasez de divisas, su impacto en la disponibilidad de combustibles y el consecuente incremento generalizado de precios, desde productos básicos hasta importaciones.
Además del ámbito económico, el debate profundizará en temas de relevancia social como la pobreza, la calidad educativa, los servicios de salud y la atención a segmentos vulnerables de la población, incluyendo la niñez y las personas con discapacidad. Otros puntos clave que se discutirán son las políticas en materia de hidrocarburos y minería, así como la problemática medioambiental, todas ellas áreas de gestión fundamentales para el Órgano Ejecutivo.
Para que este último encuentro resulte exitoso, es imperativo que el formato propicie un espacio donde ambos candidatos presenten soluciones reales, concretas y objetivas a los desafíos actuales. La ciudadanía espera conocer no solo las propuestas generales, sino también los plazos de implementación, los costos asociados y, de manera específica, la metodología para llevarlas a cabo. Un debate riguroso y exigente podría no solo clarificar las posturas de los aspirantes presidenciales, sino también ofrecer una oportunidad para reorientar la percepción pública, especialmente después de las reacciones al debate vicepresidencial. Este es un momento crucial para que los candidatos presidenciales demuestren liderazgo y capacidad de convencimiento, buscando generar un impacto significativo en la correlación de fuerzas políticas