Ludmila Pizarro, representante de la Plataforma de Medio Ambiente en el Chaco, ha expresado su preocupación por el alarmante avance de la deforestación en esta región. Según diversos informes, el desmonte de áreas forestales se ha incrementado de manera notable en los últimos años, con Villa Montes siendo un punto crítico donde los ciudadanos han documentado estas actividades.
La situación se agrava con la circulación de camiones tráiler que transportan carbón producido en el Chaco. Estos vehículos, que operan principalmente durante la noche, se dirigen hacia Tarija y, posteriormente, a otros departamentos y mercados internacionales.
Pizarro ha señalado que su organización realiza visitas al campo para monitorear las nuevas áreas de desmonte. Recientemente, han identificado una nueva zona de deforestación en Villa Montes, donde se están llevando a cabo actividades de desmonte en terrenos inadecuados. Se ha denunciado que colonias menonitas están involucradas en el desmonte para establecer monocultivos y prácticas agrícolas industriales. Estas actividades se están llevando a cabo en la llanura chaqueña, especialmente en la zona conocida como Galpones, y se estima que han afectado alrededor de tres mil hectáreas.
La representante también ha criticado la falta de alineación entre el Plan de Uso de Suelos del departamento y las actividades de desmonte autorizadas por la Autoridad de Fiscalización y Control Social de Bosques y Tierras (ABT). Este desmonte, que se realiza sin las debidas consideraciones ambientales, está contribuyendo a un aumento en la deforestación en Villa Montes.
En comparación con otros departamentos como Santa Cruz y Beni, donde se permite el desmonte bajo ciertas condiciones, en Tarija se autoriza la deforestación con el aprovechamiento de recursos forestales, sin que se permita la quema controlada. Esto ha llevado a que gran parte de la deforestación en el Chaco esté destinada a la producción de carbón vegetal, que se distribuye a varias regiones del país y se exporta.
Pizarro ha compartido datos de una fundación ambiental de Santa Cruz que documenta la deforestación a nivel nacional desde 1956 hasta 2022. En Tarija, Yacuiba es el municipio más afectado, con un 50% de sus bosques ya deforestados. Esta situación, que incluye la tala de árboles centenarios, está comenzando a impactar también a Villa Montes. Otros municipios como Bermejo y Uriondo también presentan altos porcentajes de desmonte.
La representante ha enfatizado que la deforestación en el Chaco podría llevar a la desertificación de la región si no se toman medidas adecuadas. Pizarro ha manifestado su descontento con el reciente Decreto Supremo del gobierno nacional, que busca endurecer las sanciones por incendios forestales. Aunque este decreto ha sido bien recibido por algunos, Pizarro considera que no abordará la problemática del desmonte en Tarija, ya que se centra en las autorizaciones de quema controlada, las cuales no son el principal problema en la región.
Asimismo, ha resaltado que el desmonte está afectando especies en peligro de extinción, como el quebracho. Ante esta situación, la representante ha instado a las autoridades a trabajar en la actualización del Plan de Uso de Suelos en Tarija. Aunque se han realizado esfuerzos para establecer mesas técnicas de trabajo, la falta de participación de autoridades clave ha obstaculizado el progreso en esta área.
La situación en el Chaco sigue siendo crítica, y Pizarro ha reiterado la necesidad de una acción decidida para frenar la deforestación y proteger la riqueza natural de la región
 
								
 
																											 
												 
												 
												 
             
             
					 
					