Recientemente, en un congreso celebrado en la comunidad de Camacho, ubicada en el municipio de Padcaya, se eligió a Andrés Meriles como nuevo representante departamental del MAS en Tarija. Esta decisión ha suscitado descontento entre diversas organizaciones sociales, evidenciando una fragmentación en el bloque arcista. Las críticas se centran en Julia Ramos, a quien se le atribuye la imposición de un dirigente con antecedentes en otras agrupaciones políticas, lo que ha generado tensiones en el partido.

Meriles, por su parte, defiende su elección y asegura que cumple con los requisitos establecidos en el estatuto del partido, afirmando contar con el respaldo de una mayoría en su base. Sin embargo, el congreso ha sido calificado como “ilegal” por una facción del MAS, lo que ha llevado a cuestionar la validez del evento. Este congreso tenía como objetivo poner fin a la prolongada dirección de Carlos Acosta, quien ha liderado el MAS en Tarija desde 2018, aunque no fue reconocido por la dirección nacional del partido.

Ramiro Serrano, representante de la Dirección del MAS Cercado, expresó su preocupación por la elección de Meriles, argumentando que se está tratando de imponer a un líder que no cuenta con el reconocimiento de las bases. Serrano también enfatizó que hay otros dirigentes con mayor trayectoria que deberían haber sido considerados para el cargo. En este sentido, se ha convocado a un ampliado departamental en un plazo de 15 días para evaluar la situación y emitir un voto resolutivo.

Cristina Galeán, secretaria de las Mujeres Interculturales, manifestó que su organización fue excluida del congreso y cuestionó la legitimidad del evento, subrayando que la participación de las principales organizaciones fue insuficiente. Galeán destacó la intención de pedir la expulsión de Julia Ramos del partido, argumentando que su actuación ha contribuido a la división en lugar de la unidad.

Por otro lado, el diputado José Huanca también se mostró en desacuerdo con la elección de Meriles, señalando que no se permitirá que se encubran irregularidades dentro del partido. Huanca acusó a Ramos de intentar desestabilizar al MAS al promover a Meriles, a quien calificó de “tránsfuga político” debido a sus supuestos vínculos con el exgobernador Adrián Oliva.

Andrés Meriles, en respuesta a las críticas, reafirmó su legitimidad como representante del MAS en Tarija, indicando que su elección fue respaldada por 17 organizaciones sociales. Meriles, quien afirma ser militante del MAS desde 2013, rechazó las acusaciones de transfugio político, aclarando que su trayectoria ha sido exclusivamente dentro del partido.

En cuanto a la posibilidad de diálogo con aquellos que no lo reconocen, Meriles mencionó que su intención es comunicarse con las organizaciones sociales en lugar de con los dirigentes que cuestionan su liderazgo

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