A pesar de la existencia de normativas que promueven la inclusión de mujeres en los ámbitos de decisión política, la realidad indica que la representación femenina sigue siendo insuficiente. Los puestos más relevantes en las instituciones gubernamentales están predominantemente ocupados por hombres, lo que pone de manifiesto una notable desigualdad en la participación de las mujeres en la esfera política.
En el ámbito nacional, la situación es clara. Tanto la Presidencia como la Vicepresidencia son ejercidas por hombres, específicamente Luis Arce y David Choquehuanca. Del total de 16 ministerios, únicamente cuatro están dirigidos por mujeres: María Nela Prada, Celinda Sosa, María Renee Castro y Esperanza Guevara.
La Asamblea Legislativa Plurinacional presenta una imagen más equilibrada en términos de género, con un 49,14% de hombres y un 50,86% de mujeres entre sus 166 miembros. Sin embargo, los puestos de liderazgo, como las presidencias de las cámaras de Diputados y Senadores, siguen siendo ocupados por hombres, lo que limita el acceso de las mujeres a posiciones influyentes.
A nivel subnacional, los resultados de las elecciones de 2021 revelan que las organizaciones políticas aún muestran resistencia a cumplir con las normativas de paridad y alternancia en la selección de candidatos. Esta tendencia favorece a los hombres en las posiciones más relevantes, restringiendo las oportunidades de las mujeres para acceder a roles ejecutivos, como alcaldesas y gobernadoras, así como a otros cargos de poder en la administración pública.
En el caso específico de Tarija, de las 11 alcaldías, solo una está liderada por una mujer, mientras que en las gobernaciones, ninguna es ocupada por féminas. Aunque Maya Soruco ocupa el cargo de vicegobernadora, su influencia se ve opacada por el gobernador Oscar Montes.
En la Asamblea Legislativa Departamental de Tarija, de un total de 30 asambleístas, solo 11 son mujeres, y la presidencia está en manos de un hombre, lo que subraya la escasez de liderazgo femenino en instancias decisivas.
La situación en el nivel municipal es similar. De los 11 municipios en Tarija, solo uno, El Puente, es dirigido por una mujer, Sara Armella, y en los concejos municipales se observa una tendencia análoga.
Aunque Bolivia cuenta con un marco legal que favorece la equidad de género en la representación política, a través de leyes como la Ley Nº 018 del Órgano Electoral Plurinacional, la Ley Nº 026 del Régimen Electoral y la Ley Nº 1096 de Organizaciones Políticas, que establecen la paridad y alternancia como principios obligatorios, la implementación efectiva de estas normativas aún deja mucho que desear. La práctica revela que, a pesar de las disposiciones legales, la paridad en la representación política sigue siendo un objetivo lejano