La investigación sobre un asesinato brutal sigue su curso en manos de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (FELCC). El 27 de febrero, se descubrió la cabeza de la víctima en Tuscapujio, en el municipio de Sacaba, mientras que el 2 de marzo se halló el resto del cuerpo en un camino antiguo que conduce a Larati, también en Sacaba. Hasta el momento, no ha habido familiares que se hayan presentado en el Instituto de Investigaciones Forenses (IDIF) para reclamar el cuerpo, a pesar de que la identidad de la víctima ha sido confirmada.

Freddy Medinacelli, director de la FELCC de Cochabamba, informó que la persona fallecida es Mario Canaviri C., un individuo con antecedentes relacionados con el narcotráfico desde 2008. De acuerdo con los registros del Servicio General de Identificación Personal (SEGIP), Canaviri cumpliría 48 años este mes. Originario de Tapacarí, en la región andina de Cochabamba, residía en Lava Lava, Sacaba. La autopsia reveló que la causa de su muerte fue anoxia anóxica, compresión cervical intrínseca y asfixia por estrangulamiento.

Los investigadores están considerando un posible ajuste de cuentas vinculado al narcotráfico como el móvil del crimen. Esto se debe no solo a los antecedentes del fallecido, sino también a las evidencias fotográficas que lo relacionan con el caso. En una de las imágenes, se puede observar a la víctima tendida, con la inscripción FELCN en el pecho y la palabra Sapo junto a su nombre en el abdomen. En otra fotografía, ya se encuentra decapitado, y se puede leer un mensaje que dice: “Devolvé la droga (…) 150 pescados”.

A pesar de la identificación de Mario Canaviri, sus familiares no han hecho acto de presencia para reclamar el cadáver. Las autoridades continúan trabajando en la investigación para dar con los responsables de este atroz crimen

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