La persistente problemática del despoblamiento rural en esta región se ha visto significativamente agravada por la intensificación de fenómenos naturales en los últimos meses, según han reconocido autoridades municipales. Un claro ejemplo de esta tendencia se manifiesta en el ámbito educativo. En un municipio de la región, específicamente en El Puente, departamento de Tarija, se constata el cierre de un número considerable de instituciones educativas debido a la falta de alumnado. De un total de 63 escuelas que operaban en la zona, 13 han debido clausurar sus puertas, confirmando la sostenida migración de familias y la consecuente reducción de la población estudiantil en el área rural.
Esta información fue corroborada por la máxima autoridad municipal de El Puente, quien además preside la Asociación de Concejalas y Alcaldesas de Bolivia. Según sus declaraciones, de las 63 comunidades que componen el municipio, cada una contaba con una unidad educativa, pero en la actualidad, solo 50 permanecen en funcionamiento. La clausura de estas 13 instituciones educativas es un indicador contundente del avance del despoblamiento rural en la región, un fenómeno que ya había sido previamente señalado por la misma autoridad.
Inicialmente circunscrito a las localidades más remotas, este proceso de éxodo poblacional, lejos de mitigarse con iniciativas de desarrollo, muestra una preocupante tendencia a intensificarse y extenderse a otras áreas. La problemática no se limita únicamente al cierre de escuelas, sino que también se evidencia en la drástica disminución de estudiantes en las unidades educativas que aún permanecen abiertas. En algunos casos, se registran aulas con apenas dos alumnos, mientras que en otros, el número asciende a diez, lo que refleja una participación educativa mínima y pone de manifiesto la magnitud del despoblamiento rural.
La escasa presencia de estudiantes en las aulas es un síntoma inequívoco de la gravedad de la situación demográfica. En todo el municipio, se contabilizan apenas 2.000 estudiantes, una cifra que revela la baja densidad poblacional en un territorio extenso. Las autoridades locales señalan que el despoblamiento rural en el municipio se agudiza como consecuencia de los desastres naturales que azotan la región, exacerbados por el cambio climático. Estos factores ambientales adversos impulsan a las familias a migrar en busca de mejores condiciones de vida, generando una preocupante escasez de habitantes en las comunidades más apartadas.
Ante este panorama, se reconoce la urgencia de fortalecer proyectos destinados a garantizar el acceso al agua y la implementación de sistemas de riego. Estas medidas son consideradas fundamentales para frenar el despoblamiento y crear condiciones propicias para que la población pueda permanecer en sus comunidades, desarrollando actividades productivas que aseguren su subsistencia. Sin embargo, las autoridades admiten que la coyuntura actual, marcada por fenómenos naturales adversos que han llevado a declarar zona de desastre al municipio, complica significativamente la implementación de estas soluciones y el retorno de la población a sus lugares de origen.
Se ha observado una situación similar en el municipio vecino de Yunchará, ubicado también en la zona alta de Tarija y con características territoriales similares a El Puente. Según estimaciones de las autoridades, Yunchará enfrenta desafíos análogos debido a la falta de agua y sistemas de riego, factores que también impulsan la migración de sus habitantes. Esta coincidencia sugiere que el despoblamiento rural es un problema regional que afecta a zonas con características geográficas y socioeconómicas similares, requiriendo un abordaje integral y coordinado para mitigar sus efectos