La noche del 13 de marzo y la madrugada del 14 de marzo se producirá un fenómeno astronómico que promete ser especialmente visible en Bolivia. De acuerdo con el Observatorio Nacional Astronómico, las condiciones serán ideales para que los ciudadanos del país puedan apreciar todas las etapas del eclipse lunar, siempre que el cielo se mantenga despejado durante el evento.
Los eclipses lunares, al igual que los solares, son fenómenos que se presentan de manera cíclica. En un eclipse lunar, la Tierra se coloca entre la Luna y el Sol, alineando los tres cuerpos celestes. Este alineamiento permite que la sombra de la Tierra cubra la Luna, un proceso que solo puede ocurrir cuando la Luna se encuentra en su fase llena.
Durante un eclipse, se puede observar cómo la sombra terrestre avanza sobre la superficie lunar. Esta sombra se divide en dos partes: la penumbra y la umbra. La umbra es la zona donde la luz del Sol queda completamente bloqueada, mientras que la penumbra es la región donde la sombra es más tenue y menos perceptible.
En Bolivia, el evento comenzará el 13 de marzo, cuando la Luna Llena se eleve en el horizonte este a las 18:22 horas. El inicio del eclipse penumbral se registrará a las 23:57 horas. A la 01:09 del 14 de marzo, la Luna comenzará a entrar en la penumbra, y a las 02:26 horas, se producirá el inicio de la fase parcial del eclipse, cuando la sombra de la Tierra comience a cubrirla.
El punto máximo del eclipse será a las 02:58 horas, y la fase total del mismo concluirá a las 03:32 horas. Posteriormente, la Luna pasará de nuevo a la fase parcial, que se extenderá hasta las 04:48 horas, momento en el que comenzará a salir de la sombra. La fase penumbral, que es más difícil de notar, finalizará a las 06:00 horas. Aunque el fenómeno será visible durante varias horas, la fase de totalidad durará aproximadamente 1 hora y 6 minutos.
Durante este tiempo, la Luna no se oscurecerá por completo, sino que experimentará un cambio gradual de color, pasando de un dorado o anaranjado a un tono rojizo. Este efecto se debe a la refracción y filtración de la luz solar a través de la atmósfera terrestre, creando un espectáculo visual cautivador que es comúnmente denominado Luna de sangre