El Congreso del Movimiento Al Socialismo (MAS) en El Alto está en el aire, mientras que la pelota sigue en el tejado de Evo Morales, quien deberá demostrar su poder de convocatoria para recuperar el poder del partido. La arremetida del gobierno contra la institucionalidad democrática ha tomado velocidad y Morales deberá actuar rápido para evitar que se consolide. Sin embargo, las generaciones más jóvenes no le auguran éxito y recuerdan el cansancio que aplacó cualquier capacidad de respuesta en 2019. Mientras tanto, la oposición juega al desgaste y se perfilan diferentes frentes políticos para las próximas elecciones. El futuro de Morales y el MAS sigue en juego en medio de tensiones y estrategias políticas.
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