El alcalde de Tarija, al supervisar la prueba de carga del puente 4 de julio, expresó su satisfacción por el logro alcanzado, afirmando que no podía permitir que esta obra se convirtiera en un símbolo de fracaso para la ciudad. Durante la evaluación, el puente soportó más de 320 toneladas de peso, además de la carga dinámica, lo que demuestra su capacidad estructural.

Para realizar la prueba, se utilizaron ocho volquetas, cada una con un peso de 40 toneladas, que fueron colocadas en el centro del puente durante un periodo de dos horas. En paralelo, más de 100 personas ocuparon los pasos peatonales, donde también se llevó a cabo la prueba, y no se registraron inconvenientes.

El alcalde, quien se mostró comprometido con la finalización del proyecto, recordó que enfrentar este desafío fue uno de los momentos más complicados de su gestión. A pesar de las dificultades que enfrentó, incluyendo embargos y bloqueos financieros, decidió seguir adelante con la obra, que ahora cuenta con iluminación y se están finalizando los accesos. Aunque había sido uno de los opositores a la ubicación del puente, se mostró optimista y orgulloso de haber completado el proyecto.

Luego de la prueba, el alcalde confirmó que se han superado las pruebas iniciales y que solo quedan detalles menores, como la pintura, antes de la apertura oficial, prevista para la próxima semana, siempre que no surjan imprevistos.

El alcalde comparó la situación del puente 4 de julio con la Villa Olímpica, que lleva años sin terminar, y destacó que no era justo que los tarijeños enfrentaran otra obra inconclusa. Afirmó que las pruebas realizadas fueron extremas, desmintiendo rumores sobre la fragilidad de la infraestructura. Aseguró que el puente, ya finalizado, está listo para su uso y que su construcción representa un avance significativo para la ciudad.

La vida útil del puente se estima entre 100 y 150 años, según Boris Zubieta, superintendente de la empresa responsable de la obra. Zubieta destacó que, a pesar de que se esperaba una deformación de hasta 140 milímetros bajo la carga, la medición final fue de solo 9 milímetros, lo que garantiza la solidez de la estructura.

Celestino Barro, presidente de la Federación departamental de juntas vecinales, también elogió la decisión del alcalde de culminar el puente, señalando que, a pesar de las controversias sobre su ubicación, es preferible tener una obra finalizada que un proyecto inconcluso. Barro espera que el puente se convierta en un atractivo turístico y que en el futuro se construya una nueva infraestructura que mejore el tráfico en la zona.

La prueba de carga fue presenciada por concejales y vecinos de áreas cercanas, quienes elogiaron la calidad de la nueva infraestructura

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