La ciudad de Tarija se encuentra al borde de una crisis sanitaria debido a la inminente interrupción del servicio de recolección de residuos. Esta situación surge de un prolongado desacuerdo entre la Entidad Municipal de Aseo (EMAT) y Servicios Eléctricos de Tarija (Setar) respecto al mecanismo de cobro de la tasa de aseo urbano a través de las facturas de electricidad.
La tensión ha escalado hasta el punto en que los trabajadores de la entidad municipal han anunciado la suspensión de sus labores. Esta drástica medida se toma ante la falta de un consenso con la empresa eléctrica sobre la continuidad del cobro de la tarifa de saneamiento. Por su parte, la gerencia de Setar ha manifestado su disposición al diálogo, pero insiste en que la solución debe abordarse desde una perspectiva técnica y administrativa, alejada de confrontaciones de índole política.
Desde el sindicato de trabajadores de EMAT, se ha expresado un profundo lamento por la aparente falta de voluntad institucional que ha llevado a esta paralización, afectando directamente a los habitantes de Tarija. Se ha sugerido que un diálogo oportuno en semanas previas podría haber resuelto el conflicto sin necesidad de llegar a estas instancias. La dirección sindical ha señalado a la administración regional, de la cual depende Setar, indicando una discrepancia entre las declaraciones públicas de búsqueda de soluciones y la ausencia de reuniones o acuerdos concretos. La interrupción del servicio busca presionar a las autoridades para que desbloqueen una situación que se arrastra desde hace tiempo, perjudicando tanto al personal de EMAT como a los ciudadanos que pagan por el servicio.
En contraposición, la dirección de Setar ha reafirmado su compromiso con la resolución del problema, pero ha enfatizado que el proceso debe enmarcarse en las normativas y procedimientos administrativos vigentes. Los representantes de la empresa eléctrica han explicado que este conflicto tiene sus raíces en el año 2021 y que la situación actual está condicionada por una sentencia constitucional cuyo plazo de cumplimiento expiró el 12 de agosto. Esta resolución, según Setar, les ha dejado sin el respaldo legal necesario para continuar con el cobro de la tasa de aseo urbano, una circunstancia que fue comunicada previamente tanto a EMAT como al Gobierno Municipal.
Se ha detallado que, en una reunión celebrada el 20 de octubre con el sindicato y la dirección de EMAT, se acordó establecer mesas técnicas para renovar el convenio. En dicho encuentro, se estableció que EMAT debía enviar una solicitud formal justificando la continuidad del cobro, dado el vencimiento del plazo legal. Hasta la fecha, esta solicitud no ha sido recibida. Consecuentemente, Setar ha comunicado que solo podrá mantener el cobro de la tasa hasta el 1 de noviembre, ya que prolongarlo más allá de esa fecha sin un sustento legal implicaría una contravención directa a la sentencia constitucional.
La falta de una solución inmediata a este desacuerdo pone a Tarija en una situación crítica, con el riesgo latente de acumulación de residuos en sus calles, lo que subraya la urgencia de una resolución efectiva y legalmente fundamentada
