La ciudad de Tarija se encuentra en un momento decisivo para la modernización de su infraestructura sanitaria, específicamente en lo que respecta al tratamiento de aguas residuales. Una iniciativa conjunta entre el Gobierno nacional, las autoridades locales y la Corporación Andina de Fomento (CAF) ha puesto en marcha un mecanismo de cooperación técnica con el objetivo de impulsar la construcción de una nueva Planta de Tratamiento de Aguas Residuales (PTAR).
Este esfuerzo colaborativo se materializó en una reunión de trabajo que contó con la participación de figuras clave como el gobernador departamental, el ministro de Medio Ambiente y Agua, representantes del concejo municipal y la delegada en Bolivia de la CAF. El encuentro se centró en analizar y coordinar los pasos necesarios para concretar la edificación de esta infraestructura esencial para la ciudad.
Durante el inicio de las conversaciones, el ministro de Medio Ambiente y Agua destacó la relevancia de esta oportunidad para abordar un problema de larga data en Tarija. Anunció que el Gobierno central asumirá la totalidad del financiamiento requerido para la construcción de la planta de tratamiento, subrayando el compromiso del ejecutivo con la resolución de esta problemática.
La implementación de este proyecto se considera fundamental para la revitalización del río Guadalquivir. Este cuerpo de agua ha sufrido un deterioro progresivo a lo largo de la última década, principalmente a causa del vertido directo de aguas residuales sin el tratamiento adecuado. La nueva PTAR se presenta como una solución estratégica para revertir esta situación y recuperar la salud ambiental del río.
La necesidad de esta nueva infraestructura se fundamenta en la obsolescencia de las instalaciones existentes. Las antiguas lagunas de oxidación ubicadas en el barrio San Luis, que históricamente han servido para el tratamiento de aguas residuales, ya no satisfacen las exigencias de una urbe en constante expansión demográfica y desarrollo. La nueva planta, proyectada en la zona de Cabeza de Toro, representa un avance significativo para dotar a Tarija de un sistema de tratamiento de aguas residuales acorde a sus necesidades actuales y futuras
