Las familias de los miembros de la policía en Tarija han declarado un estado de emergencia y están considerando movilizaciones a nivel nacional debido a la falta de entrega de víveres secos que les corresponde anualmente. Verónica Tito, vicepresidenta de la Asociación de Mujeres de Policía de Tarija, ha señalado la crítica situación que enfrentan y las posibles acciones que tomarán si no obtienen una respuesta adecuada de la Empresa de Apoyo a la Producción de Alimentos (EMAPA).

Según Tito, la situación es alarmante. Hasta el momento, solo se ha recibido azúcar y, en algunos casos, harina, a pesar de que el presupuesto ya fue transferido a EMAPA. La preocupación aumenta tras un reciente comunicado del Comando policial que indica que la entrega de víveres podría suspenderse hasta la cosecha de 2025.

El sistema de distribución de víveres para las familias policiales está diseñado para realizar dos entregas anuales. En enero, cada familia debe recibir un quintal de arroz, uno de azúcar y uno de harina, con una segunda entrega programada para agosto. Sin embargo, en este año solo se ha distribuido azúcar, lo que ha generado inquietud, especialmente ante la escasez de arroz que se vive en el país.

Tito enfatizó que lo único que piden es recibir lo que ya se ha pagado. La falta de información clara por parte de EMAPA sobre los retrasos ha incrementado la frustración entre las familias afectadas.

Esta situación representa un deterioro en los beneficios sociales de la policía boliviana. En el año anterior, se eliminó la entrega de aceite y fideos, y ahora se enfrentan al riesgo de perder también el arroz y la harina. Tito expresó que es fundamental mantener estas dotaciones, especialmente en un contexto económico complicado.

El problema no se limita a Tarija, ya que afecta a la policía en todo el país. La Asociación Nacional de Esposas de Policías ha estado organizando reuniones y pronunciamientos en diferentes regiones. Sin embargo, los recientes bloqueos en las carreteras han dificultado que las representantes de Tarija viajen a La Paz para participar en las reuniones de la directiva nacional, lo que complica aún más la situación.

Además, la estructura jerárquica de la institución policial añade complejidad al problema. Tito mencionó que dentro de la policía, los comunicados son emitidos por superiores y deben ser obedecidos sin cuestionamientos, lo que ha llevado a que sean las esposas y familias quienes deban tomar la iniciativa en la defensa de sus derechos.

Las dificultades no se limitan a la entrega de víveres. Las familias también enfrentan problemas con el servicio de salud proporcionado por la Caja Nacional de Salud, que, según Tito, está saturada y ofrece una atención deficiente, con escasez de medicamentos y otros servicios esenciales.

Ante la falta de respuestas claras, las esposas de los policías han establecido un ultimátum: si no reciben una respuesta satisfactoria o la entrega de los productos durante esta semana, comenzarán movilizaciones a nivel nacional. Tito subrayó la gravedad de la situación, afirmando que están en un estado de emergencia.

Esta crisis pone de manifiesto un problema más amplio en el sistema de beneficios sociales de la policía boliviana. La reducción de las dotaciones de víveres, junto con los problemas en el sistema de salud, está impactando negativamente en la calidad de vida de las familias policiales, en un contexto de escasez de productos básicos y de inflación que afecta a la economía del país

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