El presidente boliviano, Luis Arce, censuró enérgicamente las recientes declaraciones de la diputada chilena María Luisa Cordero, calificándolas de profundamente discriminatorias y hostiles hacia el pueblo de Bolivia. El mandatario anunció que el Ministerio de Relaciones Exteriores activará los canales diplomáticos pertinentes para abordar la situación.
El jefe de Estado consideró que la intervención de la legisladora es inaceptable y constituye un grave desaire tanto para la institución parlamentaria como para la ciudadanía chilena, además de una transgresión a la ética inherente a la profesión médica que ejerce la congresista.
Previamente, la diputada chilena había afirmado públicamente que los ciudadanos bolivianos presentan una condición que afecta la oxigenación cerebral. Estas aseveraciones surgieron en el contexto de un debate relacionado con una propuesta del político Rodrigo Paz, orientada a la legalización de vehículos indocumentados.
El presidente Arce enfatizó que la relación bilateral entre Bolivia y Chile se fundamenta en el respeto mutuo y la cooperación, pilares de lo que ha denominado una diplomacia enfocada en los pueblos y la vida. En este sentido, advirtió que este vínculo esencial no debe verse comprometido por pronunciamientos infundados e inadmisibles. El mandatario reiteró que la Cancillería boliviana procederá con las acciones necesarias a través de los mecanismos diplomáticos establecidos, con el fin de salvaguardar la dignidad del país y de su población.
Las expresiones de la diputada Cordero desataron una considerable polémica. Durante una sesión parlamentaria, ella rechazó la iniciativa de Rodrigo Paz, candidato del Partido Demócrata Cristiano en Bolivia, para regularizar automóviles sin la debida documentación. En esa ocasión, la diputada sostuvo que los bolivianos tienen una disminución de oxígeno cerebral debido a su nacimiento en el altiplano, describiéndolos como portadores crónicos desde el nacimiento de una encefalopatía hipóxica. Añadió que esta condición habría sido descrita por un grupo de norteamericanos que, al visitar Bolivia, percibieron la bradipsiquia en la población.
Ante esta situación, el Viceministerio de Relaciones Exteriores de Bolivia demandó una disculpa pública por parte de la diputada, señalando que tales términos son inaceptables para el pueblo boliviano. La entidad confirmó que se convocará oficialmente al cónsul general chileno para solicitar una explicación formal.
En el ámbito legislativo boliviano, la Cámara de Diputados también abordó la controversia. Durante una sesión, el diputado Freddy Mamani propuso y obtuvo la aprobación de una resolución camaral al respecto. Mamani aclaró que la postura no es contra el pueblo chileno, sino específicamente contra la legisladora en cuestión, y que la respuesta adecuada no son los insultos, sino una resolución que exija sus disculpas al pueblo boliviano
