El proceso para dictaminar una resolución sobre los incidentes que involucraron a futbolistas de Blooming y Bolívar, durante el partido celebrado el 18 de octubre en Santa Cruz, se encuentra en una fase de investigación que demandará el tiempo necesario. La naturaleza de los hechos, que incluyeron enfrentamientos en el campo de juego, exige una meticulosa recopilación de información y análisis por parte del Tribunal de Disciplina Deportiva (TDD) de la Federación Boliviana de Fútbol (FBF), con sede en Asunción, Paraguay.
La trascendencia de los acontecimientos obliga a la adopción de medidas rigurosas para asegurar una decisión equitativa. El Tribunal ha iniciado las acciones correspondientes, manteniendo una postura de estricta imparcialidad. Si bien se solicita prudencia en las especulaciones, la notoriedad pública de los hechos garantiza que la entidad disciplinaria posee pleno conocimiento de lo sucedido y procederá con la aplicación más estricta de la normativa vigente.
Durante el encuentro, disputado en el estadio de Real Santa Cruz, un total de siete jugadores recibieron la tarjeta roja. Cinco de ellos fueron expulsados a los 35 minutos del primer tiempo, tras un altercado registrado en el área grande de Blooming que involucró golpes, empujones e insultos. Por este incidente, el árbitro Jordy Alemán mostró la tarjeta roja a Braulio Uraezaña y Saúl Severiche, de Blooming, así como a Daniel Cataño, Leonel Justiniano y Damián Batallini, de Bolívar.
El Tribunal de Disciplina Deportiva está llevando a cabo las diligencias pertinentes dentro de los plazos establecidos por su Código Disciplinario. La decisión final no puede ser adelantada por razones lógicas, pero se está dedicando el tiempo necesario para dictar un fallo justo.
El informe oficial del árbitro en la planilla Comet describe conducta violenta en los cinco casos mencionados. Adicionalmente, el árbitro Alemán ha entregado un informe ampliatorio, cuyo contenido es confidencial y solo es conocido por los miembros del Tribunal.
La investigación se ha abierto de oficio, ya que la flagrancia de los hechos otorga al Tribunal la potestad de iniciar el proceso. Todas las partes involucradas tienen derecho a la defensa y a presentar sus descargos, disponiendo de la amplitud necesaria para adjuntar los elementos probatorios que consideren pertinentes. Entre las pruebas que ya obran en poder de los integrantes del Tribunal se encuentran las imágenes de la confrontación, captadas desde diversos ángulos por la transmisión oficial del partido.
Además del incidente en el campo, se reportó otra disputa en el acceso a los vestuarios al finalizar el partido. El Tribunal ha indicado que, de existir pruebas y descargos relacionados con este suceso, estos serán debidamente valorados. El Código Disciplinario establece que los informes del árbitro y de los delegados constituyen el elemento sustancial y fundamental para la apertura de cualquier procedimiento. Cualquier otra circunstancia que haya ocurrido fuera del campo será considerada si las partes aportan las pruebas pertinentes.
El Tribunal de Disciplina Deportiva ha enfatizado que brindará una respuesta a la brevedad posible a las partes afectadas y a la Federación Boliviana de Fútbol, dada la relevancia de este caso para el fútbol boliviano. Actualmente, este es el expediente de mayor notoriedad en la agenda del organismo.
En relación con las riñas, el artículo 54 del Código Disciplinario de la FBF contempla sanciones que van desde tres hasta seis partidos de suspensión, con la posibilidad de una multa adicional. El procedimiento disciplinario también establece plazos de hasta diez días hábiles para la notificación y presentación de descargos.
Cabe señalar que otros dos futbolistas de Blooming, Santiago Etchebarne y Denilson Durán, también fueron expulsados durante el segundo tiempo por infracciones propias del juego. El encuentro, reprogramado de la jornada 20 del Torneo Todos contra Todos, concluyó con una victoria de Bolívar por 1-2. Las sanciones que se dictaminen se cumplirán en el marco de este mismo torneo
