El reciente clásico 204, que culminó con una derrota de 4-1 para Oriente Petrolero en Montero, ha generado diversas reflexiones en el seno del club. Desde la perspectiva de la dirigencia, un momento clave que alteró drásticamente el desarrollo del encuentro fue la anulación del gol de Gilbert Álvarez, ocurrida a los 50 minutos de juego.
Esta decisión arbitral, tomada por el juez Javier Revollo tras revisar el VAR por una supuesta falta en el inicio de la jugada, impidió lo que habría sido el empate 2-2 para el equipo albiverde. La invalidación del tanto, según se ha analizado internamente, tuvo un profundo impacto desmotivador en los jugadores. El cuerpo técnico, liderado por el entrenador Guillermo Álvaro Peña, corroboró esta percepción, señalando que el equipo experimentó una notable desorganización y perdió el control del partido a partir de ese instante.
A pesar del abultado resultado final, la institución manifestó su extrañeza ante la magnitud de la diferencia en el marcador. Se hizo hincapié en la labor constante y el buen desempeño que el cuerpo técnico viene imprimiendo al plantel, lo que hacía prever un desenlace distinto al observado en el campo.
Con la conclusión de la jornada futbolística del fin de semana, el calendario del fútbol boliviano ahora contempla una interrupción. Esta pausa se debe a los compromisos de las eliminatorias sudamericanas, donde la selección nacional se prepara para enfrentar a Colombia el 4 de septiembre en condición de visitante, y posteriormente recibirá a Brasil el 9 de septiembre