Tras una búsqueda que se extendió por más de dos años, las autoridades de La Paz lograron ubicar este jueves los restos de una niña de diez años, cuya desaparición había generado una profunda incertidumbre. El hallazgo se produjo en un terreno árido, a orillas de un cauce seco, en las proximidades de la comunidad de Kallutaca, dentro del municipio de Laja.

La operación de recuperación fue el resultado de un esfuerzo conjunto entre la Fiscalía Departamental de La Paz, la Policía Boliviana, unidades de Bomberos y equipos caninos especializados. La menor, identificada como Samantha R.H., es hija de Claudio S.R.Q., de 44 años, quien actualmente se encuentra bajo detención en el penal de Chonchocoro, enfrentando cargos por Trata de Personas y Violencia Familiar.

La investigación de este complejo caso se inició hace varios meses, cuando se reveló que la madre y sus hijos eran mantenidos en condiciones de encierro y maltrato por parte del padre en la ciudad de El Alto. En ese momento, la ubicación de la niña ya era desconocida. Fue durante una reciente declaración que el progenitor proporcionó detalles cruciales sobre el lugar donde había sepultado a su hija, lo que condujo al descubrimiento de este jueves. Como consecuencia, se ha iniciado una nueva investigación por infanticidio.

La situación familiar de extrema vulnerabilidad salió a la luz el 27 de junio, cuando dos de los hermanos de la víctima fueron trasladados desde su centro educativo a la Defensoría de la Niñez. Presentaban evidentes hematomas y señales de maltrato físico. Las pesquisas subsiguientes confirmaron que tanto los menores como su madre eran víctimas de confinamiento, así como de violencia física y psicológica sistemática.

Los restos de la niña fueron encontrados envueltos en una frazada, a considerable distancia de la carretera principal. El sitio del hallazgo, ubicado en el borde de un río seco y alejado de la vía en Laja, cerca de Kallutaca, fue escenario del levantamiento legal de los restos, llevado a cabo por personal de la Fiscalía y la División Homicidios de la Policía. Posteriormente, fueron trasladados a la morgue para la realización de las pericias genéticas pertinentes.

La menor convivía con su madre y otros cinco hermanos, cuyas edades oscilan entre los ocho años y los once meses. El padre, quien ya está siendo procesado por trata y violencia familiar, ahora enfrentará un proceso penal adicional por el delito de infanticidio. Las autoridades han anunciado que la investigación será ampliada para determinar si existen otras personas implicadas en el crimen y asegurar que se haga justicia para la víctima y su familia

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