El Hospital San Juan de Dios de Tarija se encuentra bajo escrutinio público debido a una serie de quejas y señalamientos relacionados con la calidad de la atención médica y presuntas negligencias. La situación se vincula a diversas deficiencias operativas y estructurales que presenta el centro de salud.
Evaluaciones recientes del establecimiento de salud de tercer nivel han puesto de manifiesto una serie de carencias que comprometen la atención oportuna de los pacientes. Se han reportado problemas significativos en la infraestructura del edificio, incluyendo deterioro visible, filtraciones de agua durante las lluvias y grifos que gotean constantemente. La falta de personal también incide en la limpieza del recinto. En cuanto a la atención directa, se observa hacinamiento de pacientes, escasez de medicamentos e insumos que obliga a los familiares a adquirirlos externamente, y la imposibilidad de realizar ciertos exámenes de laboratorio cruciales debido al mal estado de equipos como los de rayos X y el tomógrafo.
Frente a este panorama, se ha planteado la necesidad de realizar auditorías exhaustivas. Se considera fundamental llevar a cabo una auditoría técnica y administrativa para delimitar la responsabilidad de la Gobernación Departamental, entidad competente para garantizar las condiciones operativas de los hospitales de tercer nivel. Si bien se reconoce que puede haber grados de responsabilidad individual del personal de salud que deben ser investigados y, si corresponde, sancionados, se insiste en la importancia de un análisis institucional completo.
En este contexto, la Gobernación del departamento de Tarija instruyó recientemente al SEDES para que efectúe una auditoría médica en el Hospital Regional San Juan de Dios. Esta medida se adoptó tras el fallecimiento de una paciente la semana anterior, un hecho que fue denunciado públicamente por sus familiares como posible resultado de negligencia médica