El plantel profesional de Independiente ha expresado su profunda disconformidad tras la decisión de excluir al equipo de la Copa Sudamericana. Los jugadores manifestaron un sentimiento de injusticia, al considerar que se les privó de la oportunidad de definir su clasificación en el campo de juego.
Esta postura surge a raíz de los violentos incidentes protagonizados por facciones de aficionados de Independiente y Universidad de Chile en las tribunas del Estadio Libertadores de América. Los altercados resultaron en veintidós personas lesionadas y más de un centenar de detenciones, en su mayoría de seguidores del equipo chileno. Para el plantel, resulta paradójico que los actos de violencia de un grupo de visitantes, cuya intención era agredir, terminen beneficiando a su equipo con una clasificación.
Desde el vestuario, se calificó la determinación de la Conmebol, que permite el avance de Universidad de Chile a los cuartos de final, como un precedente peligroso para el ámbito futbolístico. Se argumentó que existían vías más equitativas para impartir justicia, como la aplicación de una sanción idéntica para ambas instituciones, incluyendo la descalificación, o la disputa de los cuarenta y cinco minutos restantes del encuentro.
La decisión de favorecer a una única parte, en un contexto de violencia de tal magnitud, envía un mensaje preocupante. Por ello, se hizo un llamado a la solidaridad de otros clubes y futbolistas argentinos, advirtiendo que este tipo de antecedentes podría conducir a un escenario adverso para la integridad y la limpieza de futuras competiciones.
La manifestación del equipo profesional se produce a menos de una semana del anuncio oficial de la Conmebol. La institución de Avellaneda, por su parte, también ha elevado su enérgico rechazo. En una comunicación dirigida al organismo rector del fútbol sudamericano, el club denunció que la resolución posee tintes políticos y revela una predilección por estructuras privadas que facilitan la proyección de acuerdos, negocios y beneficios económicos.
Como respuesta a lo que consideran una medida arbitraria, la entidad exigió la eliminación de toda referencia al club en el museo de la Conmebol y la inmediata restitución de los objetos históricos aportados por Independiente a dicha colección