La Intendencia Municipal de Tarija llevó a cabo una operación el miércoles en la que se confiscó un lote de 230 desodorantes de marcas reconocidas, como Avon y Yambal. Estos artículos habían sido detectados en el mercado con irregularidades, ya que estaban vencidos, eran falsificados o habían sido adulterados, lo que contraviene las regulaciones sanitarias establecidas. Se encontraban a la venta en ferias barriales a un precio muy inferior al del mercado, específicamente a 5 bolivianos, cuando su valor real se sitúa entre 6 y 7 dólares.
Carlos Camacho, el intendente municipal, indicó que los productos en cuestión carecían de elementos esenciales como sellos de seguridad, fechas de caducidad y hologramas que certifiquen su autenticidad. Esta falta de información es preocupante, ya que el uso de estos desodorantes podría provocar irritaciones cutáneas o incluso enfermedades más graves.
Camacho también mencionó que se notificó a los vendedores sobre la situación y se ejecutó la confiscación de todos los productos en cuestión. Por su parte, los representantes de las marcas afectadas ofrecieron orientación sobre cómo distinguir entre productos originales y falsificados, con el objetivo de proteger a los consumidores