Desde el pasado 4 de agosto, el acceso al relleno sanitario de Saka Churu se encuentra interrumpido por una protesta de trabajadores, lo que ha provocado una creciente acumulación de residuos en las calles de La Paz. La acción de los operarios responde a su demanda de estabilidad laboral.
En diversos puntos de la ciudad sede de gobierno, los contenedores de basura han colapsado, y en sus inmediaciones se observan montículos de desechos sólidos. Las negociaciones entre la administración municipal y los manifestantes para resolver la situación no han logrado un acuerdo hasta el momento.
La dirigencia del movimiento ha reiterado su intención de mantener la medida de presión hasta que se les garantice la permanencia en sus puestos de trabajo mediante ítems, y no únicamente a través de contratos temporales. La preocupación por su futuro laboral surgió a raíz de la reciente contratación de la empresa Colina por un periodo de cinco meses para operar el relleno sanitario, lo que generó temor a posibles despidos entre el personal existente.
Frente a esta inquietud, un portavoz de la dirección de Gobernabilidad del municipio aseguró hace días que la estabilidad laboral de todos los operarios del relleno está plenamente garantizada, añadiendo que los contratos correspondientes, con vigencia del 1 de agosto al 31 de diciembre, ya están listos.
Por su parte, el alcalde de la ciudad ha manifestado que este bloqueo obedece a intereses políticos encubiertos, cuyo objetivo sería desestabilizar la urbe, y ha sugerido que la protesta es impulsada por aquellos que promueven el voto nulo en las próximas elecciones generales