El reciente debate vicepresidencial, que reunió a Edman Lara, representante del Partido Demócrata Cristiano (PDC), y Juan Pablo Velasco, del partido Libre, se inició con una atmósfera de considerable tensión. Los primeros instantes estuvieron marcados por un desafío directo de Lara hacia su oponente, demandando una disculpa pública, antes de que ambos candidatos procedieran a exponer propuestas notablemente similares para la reforma legislativa orientada a superar la actual crisis económica.
El candidato Lara inauguró su intervención cediendo su tiempo a su contendiente político para que ofreciera una disculpa a la ciudadanía por supuestos mensajes de índole racista y discriminatoria dirigidos a los habitantes de la región occidental. Juan Pablo Velasco, disculpe a la población, fueron las palabras con las que Lara inició su participación.
En respuesta, el candidato Velasco optó por no abordar la interpelación, desestimando las palabras de Lara. En su lugar, propuso orientar la discusión hacia el futuro y la presentación de iniciativas concretas.
Posteriormente, ambos aspirantes a la vicepresidencia detallaron sus respectivas agendas de reformas legislativas.
Velasco comenzó su exposición anunciando la necesidad de modificar la Constitución Política del Estado. Subrayó que una de las prioridades esenciales radicaba en la reforma constitucional para erradicar la impunidad y asegurar que aquellos responsables de desfalcar a la nación enfrenten las sanciones más severas. No obstante, no precisó los artículos o áreas específicas de la Constitución que serían objeto de estas enmiendas.
Por su parte, Lara enumeró una serie de normativas destinadas a garantizar la estabilidad económica. Entre ellas, mencionó una reforma al Código Tributario, la creación de una ley para estabilizar el valor del dólar y otra para asegurar el suministro constante de carburantes. En el ámbito medioambiental, el candidato del PDC adelantó su intención de abrogar las denominadas leyes incendiarias.
En cuanto a Juan Pablo Velasco, su plan incluía la elaboración de una Ley de reactivación económica integral como estrategia para superar la crisis. En este marco, anunció la eliminación de aquellas leyes que actualmente obstaculizan la inversión nacional, enfatizando la necesidad de crear leyes que proporcionen seguridad jurídica.
Adicionalmente, Velasco abordó el sistema financiero, proponiendo una reforma a la ley de bancos con el objetivo de dinamizar la economía. Reveló dos reformas de gran calado: la primera, a la actual Ley de Hidrocarburos, buscando impulsar el hallazgo de nuevas reservas; la segunda, a la Ley Minera, con el fin de modernizar el sector y facilitar la asociación entre empresas privadas y cooperativistas.
Finalmente, Velasco proyectó que, mediante la implementación de todos estos cambios y ajustes normativos, se lograría que el Producto Interno Bruto (PIB) del país experimentara un crecimiento promedio del 2%