El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, ha manifestado su intención de buscar un cuarto mandato presidencial, afirmando su persistente vigor, comparable al de décadas anteriores, a pesar de su próximo octogésimo cumpleaños. Su octogésimo cumpleaños se conmemora el próximo 27 de octubre y, de concretarse su reelección en los comicios venideros, asumiría el cargo con 81 años.
Esta declaración se produce en un contexto de favorable posicionamiento político. Análisis de recientes sondeos electorales sugiere que el actual jefe de Estado brasileño se perfila como favorito en todos los escenarios proyectados para 2026. Lideraría la primera vuelta, superando incluso a figuras como Jair Bolsonaro, quien por el momento no puede presentarse hasta 2030. Asimismo, en una eventual segunda vuelta, Lula da Silva aventajaría al resto de los posibles contendientes incluidos en las simulaciones.
La afirmación sobre sus aspiraciones presidenciales fue hecha ante la prensa, en presencia del presidente indonesio, Prabowo Subianto, durante la actual visita de Estado del mandatario brasileño a Indonesia. En este marco diplomático, el líder del Partido de los Trabajadores promovió activamente el libre comercio y concretó una serie de acuerdos bilaterales con Indonesia en áreas estratégicas como energía (petróleo, gas, electricidad), tecnología, minería y agricultura. Esta iniciativa forma parte de una gira más amplia destinada a estrechar lazos con el sudeste asiático, una región que también ha sentido el impacto de las políticas arancelarias estadounidenses.
Por su parte, el presidente Subianto destacó los esfuerzos conjuntos para establecer un acuerdo de libre comercio entre su país y el Mercosur, el bloque sudamericano integrado por Brasil, Argentina, Paraguay, Bolivia y Uruguay. Indonesia, la cuarta nación más poblada del planeta y recientemente incorporada al grupo BRICS, representa un socio comercial crucial para Brasil en la región, ocupando la quinta posición en importancia. La agenda del viaje contempla también una escala en Malasia para asistir a la cumbre de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN), programada para iniciar el domingo, donde podría coincidir con el expresidente estadounidense Donald Trump
