La Fiesta Grande de Tarija, dedicada a San Roque, culminó con una emotiva procesión que congregó a miles de devotos en un acto de profunda fe. Este cierre marcó el punto álgido de la celebración religiosa más significativa de la región, atrayendo a una vasta concurrencia de promesantes, autoridades y ciudadanos.
Los promesantes, conocidos como chunchos, recorrieron las calles de la ciudad, desbordando un fervor que se hizo palpable en cada rincón. José Luis Flores, coordinador general de la Asociación de Chunchos Promesantes, destacó el crecimiento constante de la festividad, señalando que la cifra de participantes se aproxima a los ocho mil. Atribuyó este incremento a la inquebrantable fe, la arraigada tradición y las promesas que la gente realiza año tras año. Explicó que la devoción hacia San Roque, considerado un santo de la salud, es un pilar fundamental de esta celebración. El característico paso de los chunchos durante la procesión, según la historia, evoca el dolor y el sufrimiento padecidos durante épocas de peste. Flores recordó que en sus inicios, la participación era mucho más modesta, con un máximo de setecientos chunchos.
A los promesantes chunchos les acompañaron músicos con tambores, quenillas y cañas, así como los alféreces, quienes simbolizan a aquellos chunchos que ya han partido. Con cánticos, una fe inquebrantable y una devoción palpable, la comunidad despidió a su santo patrono, renovando la promesa de reencontrarse el próximo año. Tanto tarijeños como visitantes formaron parte activa de esta jornada final.
El alcalde municipal, Johnny Torres Terzo, subrayó la trascendencia del cierre de la fiesta, calificándolo como un día crucial que refleja la esperanza y la fe del pueblo tarijeño. Manifestó la satisfacción de la administración municipal por el cumplimiento de sus responsabilidades, que incluyeron la movilización de personal de la Guardia Municipal, la Intendencia y la Dirección de Mercados para garantizar el orden y la seguridad. El alcalde también hizo referencia a incidentes menores, como un accidente en la competencia ciclista y una reciente granizada que causó daños al ornato público, los cuales ya han sido subsanados. Subrayó el éxito operativo al afirmar que se cumplieron todas las obligaciones municipales. Asimismo, resaltó la afluencia de turistas argentinos que llegaron para vivir la Fiesta Grande, enfatizando la importancia de fortalecer el turismo como motor económico para Tarija.
Por su parte, el monseñor Jorge Saldias Pedraza, obispo de Tarija, expresó la aspiración de que la Fiesta de San Roque sea reconocida por la UNESCO como Patrimonio de la Humanidad. En su intervención, hizo un llamado a seguir contribuyendo a la humanidad con valores como la fe, la esperanza y la justicia. Entre los asistentes a la procesión de los chunchos en el encierro de la festividad, se encontraba Mabel Batallamos, diputada provincial de Jujuy, Argentina, quien compartió un vínculo personal con la tradición, al recordar que su propio padre fue un promesante chuncho