La noche en El Alto se grabó en la memoria colectiva de Bolivia, marcando un hito en su historia deportiva. La selección nacional de fútbol consiguió una victoria crucial de 1-0 sobre Brasil, con una anotación decisiva de Miguel Terceros, asegurando así su lugar en el repechaje rumbo al Mundial de 2026. Tras el emotivo encuentro, el delantero Enzo Monteiro, una de las promesas más jóvenes del equipo, compartió sus reflexiones en un ambiente de euforia y esperanza.
Monteiro, quien fue titular en el partido, manifestó una inmensa alegría por los sucesos de la noche anterior, describiendo la experiencia como algo verdaderamente extraordinario. Subrayó el compromiso del equipo de continuar esforzándose para alcanzar metas aún mayores. Su emoción fue palpable desde los primeros instantes del partido, al entonar el himno nacional con lágrimas en los ojos.
El atacante reveló que el mensaje del cuerpo técnico antes de saltar al campo fue claro y motivador. Se les transmitió una total confianza, animándolos a jugar con libertad y soltura, pero siempre conscientes de la enorme responsabilidad que implicaba un encuentro de tal magnitud, donde se definía su destino.
Respecto a la atmósfera vibrante en el estadio Municipal de El Alto, Monteiro destacó el papel fundamental de la afición. El apoyo incondicional del público, que incluso coreaba su nombre, le generó una profunda felicidad. El estadio, completamente abarrotado, se convirtió en un jugador más, impulsando al equipo hacia la victoria.
Asimismo, el joven delantero elogió la sobresaliente actuación de su compañero Miguel Terceros, autor del gol que selló la clasificación. Resaltó que Terceros ha logrado siete anotaciones en las Eliminatorias, una cifra impresionante que lo posiciona como el segundo máximo artillero del torneo. La contribución de Terceros, sumada al esfuerzo colectivo de todos los jugadores, fue crucial para alcanzar la instancia del repechaje.
Para Monteiro, este triunfo representa uno de los momentos más significativos de su carrera. Después de tres décadas, Bolivia se encuentra a un paso de regresar a la máxima cita mundialista. El próximo paso, según indicó, es un breve descanso junto a su familia y retomar el trabajo en su club, manteniendo siempre la mirada puesta en los desafíos futuros con la selección nacional.
A sus apenas veinte años, Enzo Monteiro emerge como una figura emblemática de la nueva generación de futbolistas que ha devuelto la ilusión mundialista a toda una nación