Una serie de detenciones de alto perfil ha captado la atención pública en los últimos días, involucrando a individuos que en el pasado formaron parte del círculo cercano del expresidente Evo Morales. Los eventos se desarrollaron en un lapso de 48 horas, marcando un punto de interés en la lucha contra el narcotráfico.
El lunes, en la región del Trópico de Cochabamba, las autoridades interceptaron a Elba Terán, hermana de una figura asociada al denominado ‘clan Terán’, con aproximadamente diez kilogramos de cocaína. Al día siguiente, el martes, las operaciones antidrogas llevaron a la aprehensión del exviceministro de Defensa Social, Felipe Cáceres, quien fue encontrado dentro de un laboratorio dedicado a la cristalización de cocaína.
Ante estas revelaciones, el expresidente Morales ha optado por un perfil bajo. Sus plataformas de redes sociales no han registrado ninguna mención a los casos, y sus apariciones públicas recientes, como las realizadas en el municipio de Shinahota, se han centrado en otros temas, manteniendo un silencio notorio sobre los hechos.
Sin embargo, figuras políticas como los senadores Luis Flores y Leonardo Loza han salido en defensa del exmandatario. Ambos han procurado desvincular al líder cocalero de las actividades ilícitas de los detenidos, enfatizando que corresponde a la justicia pronunciarse sobre los casos. Adicionalmente, han subrayado que ninguna de estas personas mantiene una vinculación actual con Morales.
El senador Leonardo Loza, un allegado al expresidente, reconoció la relación familiar de Elba Terán con la exdirigente Margarita Terán. Loza calificó las acciones como actividades ilícitas netamente particulares y personales, insistiendo en que la ley debe aplicar todo su rigor. Asimismo, anticipó que sectores de la oposición y el propio gobierno intentarían, como es habitual, vincular estos sucesos con Evo Morales o su entorno, desestimando tales intentos como maniobras políticas.
Por su parte, el senador Luis Flores recordó que durante la presidencia de Evo Morales, incluso los colaboradores más cercanos fueron sancionados si incurrían en delitos. Mencionó el caso de Santos Ramírez, quien en su momento fue considerado un posible sucesor dentro del Movimiento Al Socialismo (MAS) y terminó encarcelado por un caso de corrupción en YPFB. Flores afirmó que cualquier esfuerzo por empañar la imagen del expresidente a través de estos incidentes sería infructuoso, ya que el pueblo boliviano y sus bases conocen la trayectoria de Morales, a pesar de las acusaciones recurrentes que, según él, nunca han sido probadas desde sus inicios como dirigente sindical