Oriente Petrolero ha anunciado su intención de presentar una queja formal ante la Federación Boliviana de Fútbol (FBF) en relación con el desempeño del árbitro Renán Castillo. El colegiado estuvo a cargo del reciente encuentro que concluyó con un empate 1-1 frente a San Antonio en Entre Ríos, y sus decisiones han sido objeto de severas críticas por parte del club cruceño.
La dirigencia de Oriente ha manifestado su firme postura de no permanecer inactiva ante lo que considera perjuicios arbitrales. Previamente al partido, el club había expresado inquietudes sobre la posibilidad de decisiones controvertidas en su contra, una situación que, según su perspectiva, se materializó durante el juego.
El incidente que generó mayor controversia ocurrió en los minutos finales del compromiso. Cristian Valencia, al despejar un balón, extendió su pierna impactando a Jonathan Cristaldo, quien cayó al terreno de juego mostrando signos evidentes de dolor. A pesar de los reclamos del equipo, el juez central optó por no señalar la pena máxima ni recurrir a la revisión del VAR para evaluar la acción, lo que provocó un profundo descontento en la institución.
Posterior al encuentro, un representante del club observó las marcas en el abdomen de Cristaldo, atribuyéndolas al impacto de los botines, un hecho que refuerza la convicción de Oriente sobre el perjuicio sufrido.
El secretario general del club ha sido enfático al señalar que se tomarán acciones decisivas, argumentando que el equipo ha sido afectado repetidamente por decisiones arbitrales en encuentros anteriores. La formalización de esta queja se realizará en las próximas horas, dirigiéndola específicamente a la comisión de arbitraje de la FBF.
Con esta iniciativa, Oriente Petrolero busca no solo dejar constancia de su profundo malestar, sino también establecer un precedente en un torneo donde perciben que los fallos arbitrales han tenido una incidencia directa y negativa en su desempeño dentro de la División Profesional
