El panorama actual en Oriente Petrolero se caracteriza por significativas dificultades, manifestándose tanto en el ámbito deportivo como en la esfera institucional. La reciente dimisión de Gustavo Gutiérrez, quien fungía como secretario general y era una figura visible de la entidad, ha generado un notable vacío en la administración. Como resultado, el plantel se encuentra operando sin una dirigencia consolidada que asuma responsabilidades claras y definidas.
Una preocupación financiera apremiante ha surgido en relación con el próximo desplazamiento del equipo a La Paz, donde está programado un encuentro contra The Strongest el lunes. Se ha informado que no se dispone de los recursos económicos suficientes para cubrir los gastos de viaje necesarios para este compromiso. Durante su gestión, Gutiérrez fue una pieza clave en la captación de fondos que sustentaban las actividades operativas del club.
Información proveniente del seno de la institución indica que el traslado aéreo para el equipo no es viable en las circunstancias económicas actuales. Si bien la opción de viajar por tierra no ha sido descartada, esta alternativa implicaría un mayor desgaste físico para los jugadores, lo que podría incidir en su rendimiento. La renuncia de Gutiérrez, por su parte, se atribuye a diferencias internas con otros miembros de la directiva, lo que ha contribuido a una mayor fragmentación dentro de la estructura institucional.
El pasado jueves, los jugadores mantuvieron una reunión con el cuerpo técnico, liderado por Álvaro Peña. Este encuentro se produjo después de que circularan versiones sobre presuntos intentos de desestabilización contra el entrenador por parte de ciertos sectores de la dirigencia. Durante la sesión, el grupo expresó su unánime respaldo al director técnico y solicitó la continuidad del proyecto deportivo en curso.
Adicionalmente, algunos integrantes del plantel manifestaron su deseo de un posible retorno de Gutiérrez al club. No obstante, el exdirigente ha desestimado esta posibilidad, afirmando que solo consideraría su reincorporación si esta se diera al frente de una nueva estructura administrativa, capaz de garantizar la estabilidad y el orden necesarios en la conducción de la institución
