Oriente Petrolero suma un nuevo refuerzo internacional para potenciar su ataque en la liga boliviana

La esperada incorporación de Marco Antonio Etcheverry al organigrama de Oriente Petrolero, donde asumirá el rol de director deportivo, se encuentra en una fase de incertidumbre. El exmundialista, cuya presentación oficial generó gran expectativa, no ha respondido a los intentos de comunicación por parte de la dirigencia del club.

Esta falta de respuesta ha generado inquietud en la actual directiva, especialmente porque el exseleccionado nacional tiene programado iniciar sus labores el próximo 1 de noviembre. Sin embargo, los mensajes y llamadas dirigidos al Diablo hasta el momento no han obtenido contestación.

En su momento, durante la conferencia de prensa donde fue presentado ante la institución, Etcheverry había adelantado su intención de implementar un proyecto integral. Este plan se enfocaría en el desarrollo de las divisiones menores, sin descuidar la atención y el rendimiento del primer equipo en la categoría profesional. En aquella ocasión, también compartió su profunda conexión emocional con Oriente Petrolero, relatando cómo desde temprana edad se convirtió en seguidor del equipo, inspirado por figuras históricas del club.

La decisión de integrar a Etcheverry surge tras un período en el que Diego Cabrera, quien inicialmente fue designado para la planificación de objetivos y estrategias, no logró satisfacer las expectativas del directorio. Ante los resultados insatisfactorios de Cabrera, la directiva optó por un cambio urgente, buscando un giro radical que impulse la consecución de los resultados deseados.

Actualmente, la cúpula directiva ha remitido el contrato al legendario futbolista para su revisión y posterior firma, con la expectativa de que pueda comenzar sus funciones este sábado 1 de noviembre en las instalaciones de San Antonio.

No obstante, la integración del nuevo director deportivo no es el único desafío que enfrenta el directorio. La administración también debe resolver con prontitud la situación de los campos de entrenamiento para el primer plantel. Paralelamente, se requiere una gestión activa para asegurar los recursos financieros necesarios que permitan proyectar la próxima temporada, al tiempo que se evalúa el desempeño individual de cada jugador con miras a posibles renovaciones contractuales para el año 2026