Las aspiraciones de Liga de Quito de alcanzar la final de la Copa Libertadores se disiparon la noche del jueves 30 de octubre, al caer por un contundente 4-0 frente a Palmeiras en el Allianz Park de Sao Paulo. El conjunto brasileño selló su pase a la instancia decisiva, dejando atrás las esperanzas del equipo ecuatoriano en un encuentro donde la jerarquía local se impuso de manera categórica.
El equipo brasileño exhibió una determinación implacable desde el pitido inicial, buscando activamente revertir el marcador global. Frente a esta embestida, la formación ecuatoriana mostró una de sus actuaciones más discretas en el certamen continental, viéndose superada por la intensidad y la eficacia ofensiva del anfitrión. En un cuadro visiblemente afectado por la presión y la falta de confianza, el mediocampista tarijeño Gabriel Villamil se erigió como la figura más destacada de Liga de Quito a lo largo de los dos encuentros de semifinal, mostrando una lucidez individual que contrastaba con el nerviosismo generalizado de su equipo.
La superioridad local se materializó a los 20 minutos con la anotación del paraguayo Ramón Sosa. Un preciso centro de Alan, quien se desempeñó como pieza clave en esta semifinal de vuelta, fue capitalizado por Sosa con un certero cabezazo. Este primer tanto desestabilizó aún más al conjunto universitario, que luchaba por mantener la posesión del balón. La constante presión de Palmeiras sobre el arco defendido por el experimentado Alexander Domínguez se mantuvo inalterable, aprovechando la falta de equilibrio del visitante. Momentos antes del descanso, una jugada preparada descolocó a la zaga de Liga. Tras un rebote dentro del área, el defensor Bruno Fuchs amplió la ventaja a 2-0 en el minuto 45+5, marcando un punto de inflexión crucial.
En la segunda mitad, la entrada de Raphael Veiga resultó determinante para el desarrollo del partido. El mediocampista ofensivo asumió el control de la creación de juego, inyectando un nuevo dinamismo al ataque brasileño. Veiga mismo fue el autor del tercer gol a los 68 minutos, tras recibir una habilitación de Vitor Roque, consolidando la ventaja de su equipo. Posteriormente, Veiga selló la goleada de 4-0 desde el punto penal. La falta había sido cometida por Carlos Gruezo sobre Alan, quien previamente había eludido a varios defensores antes de ingresar al área visitante.
Con este resultado, Palmeiras aseguró su lugar en la final de la Copa Libertadores 2025. En la gran final, que se disputará el sábado 29 de noviembre en el Estadio Monumental de Lima, el equipo brasileño se enfrentará a Flamengo
 
								
 
																											 
												 
												 
												 
             
             
					 
					 
					