A medida que se acerca la festividad de Todos Santos, una de las celebraciones más significativas en Bolivia, el sector de la panificación en Tarija enfrenta un panorama incierto debido a la inestabilidad en los precios de los insumos, especialmente la harina. Dilberth Flores, representante de los panificadores en la región, ha manifestado su inquietud por la falta de regulación en el costo de los materiales esenciales para la producción de pan y las tradicionales masitas que se consumen en esta época.
Flores destacó que la semana previa a la festividad es crucial, ya que se registra un aumento considerable en el consumo. Sin embargo, las condiciones actuales son desfavorables para los productores de pan locales.
El principal desafío radica en la continua variación del precio de la harina. Según Flores, el costo de este insumo oscila entre 270 y 290 bolivianos, lo que dificulta que los panificadores puedan planificar sus costos a mediano plazo. Esta situación no solo repercute en los panaderos, sino que también podría afectar a las familias de Tarija, quienes podrían enfrentar un incremento en el precio del pan o la escasez de productos típicos durante la festividad.
Flores lamentó la falta de regulación sobre la especulación de precios, señalando que no se han tomado medidas efectivas por parte de las autoridades competentes. A pesar de reuniones con el viceministro de Defensa del Consumidor, Jorge Silva, no se han obtenido respuestas claras que ayuden a mitigar la situación.
En Tarija, el precio de la harina es considerablemente más alto que en otras regiones del país. Mientras que en La Paz el quintal de harina se vende a 136 bolivianos, en Tarija el precio alcanza entre 270 y 280 bolivianos. Esta diferencia coloca a los productores tarijeños en una posición desventajosa y aumenta sus costos de producción.
A pesar de los retos que enfrentan, los panificadores de Tarija han logrado mantener el precio del pan sin incrementos hasta el momento. Sin embargo, Flores advirtió que esta estabilidad podría verse amenazada si no se implementan medidas para frenar la especulación. Hizo un llamado a las autoridades nacionales para que intervengan en esta problemática.
Ante la falta de acción gubernamental, los panificadores han decidido actuar por su cuenta. Flores anunció que están organizando un operativo en los mercados de la ciudad para investigar y controlar la especulación en los precios de la harina. Esta iniciativa se llevará a cabo en colaboración con la Intendencia Municipal y se espera contar con el apoyo de Defensa del Consumidor.
El operativo se ejecutará de manera sorpresiva en la semana previa a la festividad, con el propósito de evitar que los comerciantes se aprovechen del aumento en la demanda para elevar los precios.
La preocupación del sector no solo se limita a la harina; otros insumos como la manteca y el huevo también han registrado aumentos, complicando aún más la situación para los productores. Flores subrayó que tanto el sector productivo como las familias tarijeñas son las más afectadas por esta inestabilidad en los precios.
Además, Flores criticó el enfoque de las autoridades, que se centran en controlar el tamaño y el precio del pan, pero descuidan la regulación de los especuladores de insumos. Resaltó que mientras se les exige a los panificadores ajustar el precio y tamaño del pan, los comerciantes que especulan con los insumos no son objeto de control.
La situación se complica aún más con la inminente posibilidad de un aumento en los costos de transporte para la próxima semana. Aunque el precio del pan se mantiene estable por ahora, Flores no descartó un incremento si la situación no mejora. Hizo un llamado al Ministerio de Defensa del Consumidor, indicando que es responsabilidad de las autoridades encontrar soluciones para el sector panificador