A partir del miércoles 9 de abril, el sistema de salud pública en Bolivia se vio afectado por una interrupción de servicios a nivel nacional. Trabajadores del sector iniciaron una medida de protesta que se prolongará durante 48 horas, deteniendo sus labores en hospitales y centros de atención primaria en todo el territorio nacional.
La razón principal detrás de esta acción radica en la controversia suscitada por la decisión de suspender un beneficio económico destinado al personal sanitario, conocido como bono o viático de vacunación. Según voceros sindicales, este incentivo ha sido parte de las condiciones laborales del sector durante las últimas tres décadas, y su eliminación ha generado un profundo malestar entre los trabajadores.
La movilización ha tenido un impacto significativo en diversas regiones del país. En el departamento de Tarija, la paralización se ha hecho sentir en todos los establecimientos de salud, desde hospitales de tercer nivel hasta centros de salud rurales. Adicionalmente, representantes sindicales provenientes de las provincias tarijeñas se congregaron en la ciudad capital, llevando sus reclamos hasta las puertas de la Asamblea Legislativa Departamental. La demanda central en esta región se centra en asegurar la asignación presupuestaria necesaria para mantener este beneficio, que impacta directamente a aproximadamente 1.500 empleados del sistema público de salud en Tarija
