El Partido Demócrata Cristiano (PDC) se prepara para asumir por primera vez las riendas del gobierno boliviano, tras la victoria de su fórmula presidencial, integrada por Rodrigo Paz y Edmand Lara, en las recientes elecciones generales, que culminaron con éxito en la segunda vuelta. La investidura de los mandatarios electos está programada para el próximo 8 de noviembre en la ciudad de La Paz, un momento crucial para un país que afronta una compleja situación económica.
La llegada del PDC al poder marca un hito en su trayectoria política, históricamente caracterizada por su rol como un partido de cuadros más que de masas. Durante años, la formación participó en diversos gobiernos a través de alianzas estratégicas. Sin embargo, esta dinámica generó una profunda autocrítica interna el año pasado, impulsada por la percepción de que los acuerdos basados en principios cristianos se desvanecían una vez que sus aliados accedían al poder, dejando al partido con una sensación recurrente de deslealtad.
Frente a esta realidad, el PDC tomó la decisión de arriesgarse y competir en las elecciones de 2025 sin coaliciones, una estrategia que inicialmente no fue vista como la más prudente dentro de sus filas. No obstante, esta determinación sentó las bases para un proceso de selección de candidatos propio.
En la búsqueda de un líder para la presidencia, el partido sostuvo reuniones con varios aspirantes. Tras un exhaustivo análisis, la figura de Rodrigo Paz emergió como la que mejor encarnaba la esencia y los valores que el PDC buscaba. Aunque existía una ligera inquietud interna por su cercanía con la antigua corriente política mirista, cuyo origen, paradójicamente, se encuentra en el propio PDC, la decisión de respaldar a Paz fue finalmente consolidada, y su proclamación como candidato tuvo lugar en La Paz.
El camino hacia la conformación del binomio presidencial experimentó un giro inesperado. Inicialmente, Sebastián Careaga, un joven empresario potosino, fue postulado para la vicepresidencia. Sin embargo, su actitud dubitativa lo llevó a desvincularse de la fórmula de Paz para buscar un escaño parlamentario con otra alianza política, objetivo que no consiguió.
La vacante en la vicepresidencia se resolvió de forma fortuita. Edmand Lara ya había aceptado una invitación del PDC para postularse como primer senador por Santa Cruz. Coincidentemente, en la misma mañana en que Careaga se retiraba, Rodrigo Paz tuvo un encuentro casual con Lara en el aeropuerto de Santa Cruz. En ese momento, y sin conocimiento del cambio previo, Paz le extendió una invitación para ser su compañero de fórmula. Lara aceptó la propuesta, y en un lapso de apenas dos días, la configuración electoral del partido se transformó, dando origen al binomio que finalmente conquistó la presidencia.
Ahora, con la fecha de asunción de mando próxima, Paz y Lara se preparan para enfrentar los desafíos de gobernar una nación en un momento de significativa turbulencia económica
