La tensión resurgió en el ambiente futbolístico tras el empate 1-1 entre Bolívar y Always Ready en Villa Ingenio, debido a una polémica decisión arbitral que generó gran controversia. Durante el partido, en el minuto 30, Robson Matheus anotó un gol para Bolívar que inicialmente fue validado, pero posteriormente el árbitro Dilio Rodríguez anuló la anotación alegando una supuesta mano previa de Martín Cauteruccio, lo que provocó la protesta inmediata del equipo celeste.
Este episodio marcó un punto de inflexión en el desarrollo del encuentro. Always Ready logró abrir el marcador más adelante, pero Bolívar logró igualar en los minutos finales, asegurando un empate que dejó un sabor agridulce en el conjunto paceño. No obstante, la atención principal se centró en la jugada anulada, considerada por el club como un factor clave que pudo alterar el curso del partido.
En respuesta a la situación, el entrenador de Bolívar, Flavio Robatto, compartió en sus redes sociales una imagen simbólica de un balón manchado de sangre, haciendo alusión a la polémica decisión que afectó a su equipo. Además, Marcelo Claure, presidente del club, también expresó su desacuerdo con el arbitraje a través de sus plataformas digitales, sumándose a la voz de varios jugadores que manifestaron su descontento.
Cabe destacar que la designación de Dilio Rodríguez como árbitro del encuentro ya había generado malestar en Bolívar días antes del partido, situación que llevó al club a enviar una carta formal manifestando su rechazo a dicha asignación. Este episodio reavivó el debate sobre la calidad y la imparcialidad del arbitraje en el fútbol nacional.
Finalmente, el punto obtenido por Bolívar no logró apaciguar las críticas hacia las decisiones arbitrales, que continúan siendo un tema sensible en el fútbol boliviano. La institución considera que la anulación del gol no solo influyó en el resultado, sino que también afectó el desarrollo del juego, evidenciando nuevamente la necesidad de mejorar la labor arbitral en el país
