El proceso electoral en curso se ve afectado por una significativa cantidad de acciones legales dirigidas contra diversas organizaciones políticas, según advirtió el dirigente nacional del Frente Revolucionario de Izquierda (FRI), Edgar Guzmán.
Guzmán señaló que esta proliferación de demandas judiciales contra la mayoría de las fuerzas políticas que participan en la contienda pone en riesgo la realización de los comicios previstos para el 17 de agosto. Destacó que, a diferencia de la situación general, el FRI y su alianza con Jorge Tuto Quiroga, bajo la sigla Libre, no enfrentan este tipo de procedimientos legales.
El líder político describió el escenario actual como un estado de caos jurídico o anarquía, argumentando que se están emitiendo resoluciones, incluso de carácter constitucional, que paradójicamente contravienen el espíritu de la Carta Magna. Sostuvo que este contexto legal adverso podría ser utilizado como un mecanismo para postergar o suspender las elecciones. Según su análisis, este riesgo obedece a un interés del gobierno y el Movimiento Al Socialismo (MAS), a quienes, afirmó, no les conviene un cambio de administración. Explicó que un relevo en el modelo de gestión llevaría a la ciudadanía a exigir rendición de cuentas por los últimos 20 años, lo cual considera una perspectiva preocupante para el oficialismo.
Guzmán también vinculó al populismo con la erosión de la institucionalidad, el deterioro económico y la fragmentación territorial del país, considerando que el denominado proceso de cambio ha llegado a su fin.
Al ser consultado sobre la ausencia de demandas contra su partido y alianza, Guzmán atribuyó esta situación al cumplimiento riguroso de las leyes y normativas vigentes, incluyendo todos los requisitos establecidos por el órgano electoral. Afirmó que, al considerarse demócratas, han mantenido su documentación y procedimientos internos en orden, lo que les ha permitido concretar la alianza mencionada. Implícitamente, sugirió que otras organizaciones políticas no habrían cumplido con aspectos como la elección interna de dirigentes o la observancia de sus propios estatutos.
Enfatizó la longevidad del FRI, con 46 años de existencia ininterrumpida, como prueba de su disciplina interna y apego a sus estatutos, así como, fundamentalmente, a la Constitución Política del Estado. Subrayó que la vigencia de una organización política no solo depende de su actividad externa, sino también del cumplimiento de las disposiciones legales que rigen su funcionamiento, emitidas por el Tribunal Supremo Electoral (TSE), asegurando que su partido ha cumplido con estos aspectos y, además, presenta la que considera la mejor propuesta política