Las comunidades productoras de cítricos del municipio de Bermejo, en el departamento de Tarija, han reiterado su demanda por la puesta en marcha de la planta procesadora de cítricos, una infraestructura que ha permanecido inoperativa y abandonada desde el año 2015.
Representantes del sector agrícola local han recordado que el actual gobernador departamental se había comprometido a reactivar la fábrica y a garantizar la entrega de los plantines necesarios para satisfacer la demanda de materia prima del proyecto. Sin embargo, a cuatro años de la gestión en curso, la obra continúa paralizada y sin actividad alguna.
Esta prolongada inactividad ha generado que una parte considerable de la producción citrícola se quede en los campos, sin acceso a mercados adecuados. Muchos agricultores de la región habían modificado sus cultivos, pasando de la caña de azúcar a los cítricos, con la expectativa de que la planta comenzaría a funcionar. Actualmente, la abundante producción se enfrenta a precios sumamente bajos, llegando a comercializarse cien unidades de naranja por tan solo 25 bolivianos.
La planta procesadora de cítricos fue construida entre los años 2012 y 2015, representando una inversión superior a los 76 millones de bolivianos. Desde su finalización, la obra ha sido calificada como un elefante blanco debido a una deficiente planificación en el suministro de materia prima, lo que ha impedido su puesta en marcha hasta la fecha
