El ámbito del fútbol boliviano ha presenciado la confirmación de una medida disciplinaria significativa contra Ronald Raldes, quien fuera presidente de Oriente Petrolero. Una resolución emitida por el Tribunal Superior de Apelaciones de la Federación Boliviana de Fútbol ha ratificado la prohibición de su participación en cualquier actividad ligada al balompié por el lapso de un año.
La determinación se produce luego de que su recurso de apelación fuera desestimado. La instancia judicial deportiva fundamentó el rechazo en el incumplimiento por parte del exdirigente de los requisitos económicos estipulados en el Código de Ética. Con esta decisión, la suspensión impuesta originalmente en julio de este año por el Tribunal de Ética adquiere carácter definitivo y de cumplimiento obligatorio.
Raldes había sido objeto de esta sanción en el marco de un proceso que lo vinculaba, junto a otros actores del fútbol nacional, con una presunta conspiración dirigida contra Fernando Costa, actual titular de la FBF. En el mismo expediente figuraban nombres como el de René Urioste, cuya apelación sí fue admitida resultando en la anulación de su causa, así como Rodrigo Quiroz, directivo de Bolívar, y Noel Montaño, quien presidió la Asociación Cruceña de Fútbol.
Esta resolución marca un nuevo hito en las recurrentes tensiones administrativas que atraviesa el fútbol boliviano, dejando al exjugador y exmandatario albiverde al margen de las esferas de decisión y operación del deporte hasta el año 2026
