Un tribunal ha determinado modificar la situación procesal de Ramiro Cucho, sustituyendo su arresto domiciliario por reclusión preventiva. Esta medida se inscribe en la investigación de los sucesos violentos y los trágicos decesos de agentes policiales ocurridos en Llallagua, Potosí, durante el mes de junio.
La resolución judicial establece un periodo de tres meses de privación de libertad para el dirigente. La modificación de su régimen de detención se fundamenta en la constatación de un incumplimiento de las condiciones impuestas para su arresto domiciliario. Se ha verificado que el imputado, señalado como presunto instigador de los hechos, abandonó su domicilio y se desplazó a las ubicaciones donde se registraron los fallecimientos de los uniformados en Llallagua.
Desde mediados de abril, el mencionado dirigente se encontraba bajo arresto domiciliario, una medida que compartía con Humberto Claros. Cabe recordar que el año anterior, Cucho ya había sido objeto de un proceso judicial relacionado con un bloqueo de 24 días protagonizado por sectores sociales afines a la corriente política a la que pertenece. Los indicios recabados apuntan a Ramiro Cucho como uno de los principales autores intelectuales de las acciones desarrolladas durante las movilizaciones y bloqueos en la región de Llallagua