La atención del deporte rey se concentra este domingo en el Santiago Bernabéu, donde Real Madrid y Barcelona se enfrentarán en una nueva edición del clásico. Este encuentro llega cargado de narrativas entrelazadas, bajas significativas y una anticipación palpable que envuelve a todo el planeta fútbol.
Para Xabi Alonso, el estratega madridista, será el debut al frente del banquillo blanco en este emblemático enfrentamiento. Su historial reciente es casi impecable, con la excepción de encuentros clave ante el PSG en el Mundial de Clubes y el Atlético de Madrid en LaLiga. Por ello, esta cita representa una oportunidad crucial para consolidar la solidez de su proyecto. El conjunto merengue exhibe una trayectoria robusta, acumulando once victorias en doce encuentros y un registro perfecto en su feudo.
La principal baza ofensiva del equipo es Kylian Mbappé, quien atraviesa un arranque de campaña extraordinario con quince goles en doce partidos. El astro francés, que aún busca estrenar su cuenta goleadora frente al Barcelona vistiendo la camiseta blanca, tiene este clásico grabado a fuego. A su lado, Vinícius Jr. será otro de los focos del ataque. En la medular, Jude Bellingham, Arda Güler y Tchouaméni compiten por un lugar. Las incógnitas para el estratega se centran en la banda derecha de la defensa, con Carvajal y Alexander-Arnold ya recuperados, y la posible inclusión de Camavinga para reforzar la zona central.
En la otra trinchera, el equipo azulgrana aterriza en la capital española mermado por una serie de lesiones y con interrogantes sobre su rendimiento. Hansi Flick cumplirá una sanción, dejando a su asistente Marcus Sorg al mando desde la zona técnica. La consistencia defensiva que los distinguió la campaña anterior parece haberse diluido, y afrontan el clásico con ausencias de peso: Gavi, Lewandowski, Raphinha, Dani Olmo y los guardametas Ter Stegen y Joan García continúan fuera de la convocatoria.
La portería estará bajo la responsabilidad de Wojciech Szczęsny, con un historial reciente de altibajos. La zaga buscará estabilidad con el posible retorno de Koundé y la capacidad de liderazgo de Ronald Araújo, quien podría ser asignado nuevamente a la marcación individual de Vinícius. En el frente de ataque, el equipo deposita esperanzas en el excelente estado de forma de Pedri, que vive uno de los periodos más destacados de su trayectoria, y en la eficacia goleadora de Marcus Rashford, quien ha perforado la red en cuatro ocasiones en sus tres más recientes apariciones en la Liga de Campeones.
El dinamismo de Fermín López, la chispa de Lamine Yamal y la potencia de Balde completan una plantilla que, a pesar de las adversidades, aspira a imponer su juego y obtener un resultado contundente en el Bernabéu. En la temporada anterior, el Barcelona, bajo la dirección de Flick, se impuso en los cuatro enfrentamientos directos. Sin embargo, el escenario actual presenta un panorama diferente: el cuadro blanco llega en un momento de gran ímpetu, mientras que el conjunto catalán atraviesa una fase de reestructuración.
El choque promete una exhibición de estrategia, una intensidad sin tregua y momentos de pura emoción. Dos filosofías futbolísticas opuestas, dos proyectos en etapas dispares, convergen con un propósito común: afirmar su supremacía en el panorama del fútbol español
