El ciclo legislativo en el país ha llegado a su fin, marcando una semana de despedidas y transiciones en el edificio de la Asamblea. Las diversas comisiones y comités han concluido sus labores, y el personal que ha brindado apoyo a los parlamentarios durante los últimos cinco años también se prepara para el cambio.
En los pasillos y ascensores de la moderna sede legislativa, se observaba a colaboradores moviéndose con cajas, sacos y bolsas, vaciando las oficinas. Los espacios que hasta ahora albergaban a los legisladores salientes eran despejados de cuadros del presidente en funciones y de símbolos nacionales, mientras los enseres personales eran retirados. En medio de esta actividad, la preocupación era palpable en los rostros de algunos subalternos, quienes discutían en voz baja sobre su futuro laboral, buscando acomodo con los nuevos representantes.
El Vicepresidente del Estado, quien también preside la Asamblea Legislativa, está programado para clausurar formalmente el periodo constitucional 2020-2025, despidiéndose de sus funciones junto a los 166 senadores y diputados que lo acompañaron. Sin embargo, esta legislatura concluye dejando al menos cuatro tareas de carácter urgente que recaen ahora sobre los hombros de los nuevos parlamentarios.
Entre las responsabilidades prioritarias que requieren atención inmediata se encuentran la tramitación y aprobación de una ley extraordinaria para la selección y elección de los nuevos vocales del Tribunal Supremo Electoral (TSE), así como de los vocales para los nueve tribunales electorales departamentales, cuyos mandatos expiran en diciembre de este año.
Asimismo, es imperativa la aprobación de una ley de convocatoria para las elecciones judiciales complementarias, destinada a elegir a cinco magistrados del Tribunal Constitucional y dos del Tribunal Supremo de Justicia. Otra tarea pendiente es la ley para la convocatoria a las elecciones subnacionales, cuyo plazo de lanzamiento por parte del TSE vence a mediados de noviembre. Finalmente, la elección de un nuevo Contralor General del Estado figura también en la agenda de pendientes. La urgencia de estas cuestiones ha sido destacada por las principales autoridades electorales, quienes han enfatizado la necesidad de abordar la elección de vocales y la ley para las elecciones judiciales complementarias.
Los legisladores entrantes han coincidido en la importancia de abordar estas problemáticas, pero también han señalado otras áreas de prioridad. Algunos parlamentarios han manifestado que, además de los temas ya mencionados, la agenda debe incluir la ley del oro, la elección del Contralor General, y medidas para garantizar el abastecimiento de combustibles. Se anticipa un considerable trabajo en el ámbito económico, incluyendo la necesidad de reformar las normativas de distribución de recursos públicos para gobernaciones, municipios y universidades. Las actuales disposiciones, basadas en regalías por venta de gas e Impuesto Directo a los Hidrocarburos (IDH), requieren una reevaluación ante la disminución de ingresos, buscando asegurar la viabilidad financiera de estas entidades.
Desde otra perspectiva, se ha planteado la necesidad de que la nueva Asamblea redefina su enfoque y establezca una agenda parlamentaria renovada, acorde con el inicio de un nuevo ciclo político. La reactivación económica se perfila como un eje central. Se ha sugerido una revisión exhaustiva del sistema tributario nacional, así como una reforma judicial profunda para superar modelos anteriores. Adicionalmente, se considera fundamental revisar el marco de las autonomías para garantizar una descentralización efectiva, lo que podría implicar reformas constitucionales
 
								
 
																											 
												 
												 
												 
             
             
					 
					 
					