La serranía de Sama, en Tarija, se encuentra en una fase crítica de control de un vasto incendio forestal que ha persistido por cuatro jornadas consecutivas. Aunque los esfuerzos combinados por tierra y aire han logrado contener la mayor parte de las llamas, tres puntos de calor activos aún generan preocupación en la comunidad.

Los focos más desafiantes se localizan en Pinos Norte, San Pedro de Sola y el Rincón de La Vitoria. De estos, Pinos Norte representa el mayor reto debido a la intensidad del fuego y la topografía escarpada que dificulta el acceso de los equipos de emergencia.

Con más del 80% del perímetro ya bajo control, las operaciones de extinción se reforzarán significativamente. Para el punto de Pinos Norte, se ha planificado el despliegue de 214 combatientes, incluyendo personal militar, miembros de comunidades locales y brigadas especializadas. Esta fuerza estará compuesta por 110 efectivos del Regimiento Warnes, 44 del RI-20 Padilla, 15 del SAR FAB Sur, 10 de Sernap, 20 comunarios y 15 de la UGR de la Gobernación, con una estrategia de ataque dual desde la base y la cumbre. Simultáneamente, el Batallón I Méndez movilizará 50 efectivos hacia San Pedro de Sola, mientras que bomberos policiales y voluntarios se concentrarán en Lazareto y áreas circundantes. El apoyo aéreo será fundamental, con dos helicópteros de la Fuerza Aérea Boliviana equipados con el sistema Bambi Bucket, realizando descargas de agua en las zonas inaccesibles por tierra.

A pesar de la persistencia de focos activos, la evaluación de la situación indica que el riesgo inminente para el centro poblado del municipio de Cercado ha disminuido considerablemente, ya que las llamas se han desplazado hacia las zonas más elevadas y los cañadones de la serranía. Esta ubicación dificulta las intervenciones terrestres directas, priorizando la seguridad del personal.

Durante los cuatro días que ha durado la emergencia, la respuesta ha involucrado a un amplio contingente de bomberos voluntarios, efectivos del ejército, fuerzas policiales, unidades de gestión de riesgos y otros funcionarios públicos. Aunque aún no se dispone de un informe oficial sobre la extensión precisa del daño, se calcula que miles de hectáreas han sido arrasadas. Entre las áreas afectadas se encuentran Coimata, Turumayo, Lazareto, San Pedro de Sola, Pinos Sud, Pampa Redonda, Obrajes, Puesto Tunal y Santa Bárbara, así como barrios periurbanos como Mirador de Los Pinos, Alto Senac y Los Tajibos.

Lamentablemente, el desastre ha cobrado una vida. Juan Pari, de 57 años, falleció la madrugada del sábado a causa de quemaduras extensas (90% de su cuerpo), y ha sido señalado como el presunto causante del incendio, tras haber iniciado una quema de ropa y basura en un predio del Rincón de La Vitoria. La Fiscalía ha iniciado un proceso penal por los graves daños ambientales ocasionados. Además de la víctima fatal, varios individuos, incluyendo personal uniformado que participó en la primera línea de combate, resultaron heridos.

Paralelamente al despliegue de las instituciones, la emergencia ha puesto de manifiesto una notable ola de solidaridad por parte de la ciudadanía tarijeña. Universidades, comités cívicos, colectivos de voluntarios y residentes se han movilizado, estableciendo centros de acopio en la plaza Luis de Fuentes para recolectar agua, alimentos, colirios y pomadas, destinados a apoyar a los bomberos y voluntarios que luchan contra el fuego

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