Durante el foro Encuentro por la reconstrucción de Bolivia, organizado por el Comité Pro Santa Cruz, los principales aspirantes a la presidencia abordaron la posibilidad de un acuerdo político que garantice la gobernabilidad y la implementación de las reformas que ambos proponen. Los anfitriones del evento instaron a los contendientes a formalizar un pacto que permita viabilizar los cambios necesarios para el país.
El empresario, quien lidera las encuestas de intención de voto, manifestó reservas sobre la concreción de tales acuerdos. Subrayó la importancia de la credibilidad y el cumplimiento de los compromisos, sugiriendo que la falta de palabra previa socava la confianza para futuros pactos.
Por su parte, el candidato de Libre, Jorge Tuto Quiroga, al ser consultado sobre una posible alianza para asegurar la gobernabilidad y las reformas económicas y políticas planteadas, reconoció la existencia de diferencias entre sus propuestas. No obstante, proyectó una visión de entendimiento mutuo, afirmando que ambos están llamados a colaborar para transformar Bolivia en las próximas décadas y evitar que el país experimente los desafíos de los últimos veinte años.
Ambos postulantes coinciden en la necesidad de una profunda reestructuración legislativa, abarcando sectores clave como la minería, la producción agropecuaria y los hidrocarburos. Sin embargo, reconocen que la materialización de estas reformas dependerá de la obtención de una mayoría parlamentaria significativa, un desafío dado que ninguno de los candidatos supera actualmente el 25% de la intención de voto.
Tanto el empresario como Quiroga Ramírez, en intervenciones separadas, coincidieron en que las reformas requieren el acompañamiento de una asamblea legislativa sólida. La configuración actual sugiere que al menos cuatro fuerzas políticas obtendrán representación en el parlamento, lo que inevitablemente conducirá a la formación de alianzas para la gobernabilidad y la aprobación de leyes.
En caso de que ningún candidato alcance la mayoría absoluta de votos o una ventaja de diez puntos porcentuales sobre su competidor más cercano, los dos aspirantes con mayor respaldo popular se enfrentarían en una segunda vuelta electoral, programada para el 19 de octubre