Bolivia enfrentará a un rival poco habitual en el ámbito sudamericano: Surinam. Este país, de reducido tamaño y con escasa tradición futbolística en la región, se ha consolidado recientemente como una selección en crecimiento a nivel internacional. El encuentro entre ambos equipos está programado para el 26 de marzo en Monterrey, en el marco de la semifinal del repechaje rumbo al Mundial de 2026.

Aunque Surinam se encuentra geográficamente en Sudamérica, desde su independencia en 1975 decidió competir en las confederaciones de Concacaf y el Caribe. Esta elección respondió a la necesidad de enfrentar rivales de un nivel más acorde a su desarrollo futbolístico, evitando la dura competencia que representan las potencias de la Conmebol. Así, Surinam ha ido forjando su historia deportiva dentro de un contexto diferente al de sus vecinos continentales.

Con una extensión territorial menor que algunos departamentos sudamericanos y una población cercana a los 588 mil habitantes, Surinam tiene como capital a Paramaribo y mantiene el neerlandés como idioma oficial, legado de su pasado colonial bajo el Reino de los Países Bajos hasta 1975. Aunque está ubicado en Sudamérica, su pertenencia política, deportiva y cultural a la Comunidad del Caribe es un aspecto relevante en su identidad.

El avance más significativo para la selección surinamesa se produjo en 2019, cuando modificó la normativa que impedía convocar a jugadores con doble nacionalidad neerlandesa. Desde entonces, el equipo incorporó futbolistas formados en Europa, lo que tuvo un impacto inmediato en su rendimiento. En convocatorias recientes, la mayoría de sus integrantes militan en ligas europeas, mientras que solo un par provienen del torneo local.

La influencia del fútbol neerlandés es un elemento clave en la identidad futbolística de Surinam. A lo largo de la historia, varios jugadores nacidos en Surinam o descendientes de surinameses han destacado en la selección de los Países Bajos. Figuras de renombre mundial como Edgar Davids, Clarence Seedorf, Ruud Gullit, Patrick Kluivert, Frank Rijkaard, Virgil van Dijk, Georginio Wijnaldum, Denzel Dumfries y Xavi Simons reflejan esta conexión.

En cuanto a su trayectoria competitiva, Surinam ha logrado avances principalmente en los últimos años. A pesar de no haberse clasificado jamás a un Mundial o a los Juegos Olímpicos, disputó la Copa de Oro en 2021 y fue campeón del Campeonato de la CFU en 1978. Además, participó en la antigua Copa Concacaf en 1977 y 1985, así como en los Juegos Panamericanos de 1991.

No obstante, la selección surinamesa atraviesa un momento de incertidumbre previo al enfrentamiento contra Bolivia. Su entrenador, Stanley Menzo, de nacionalidad neerlandesa y responsable de llevar al equipo a esta fase del repechaje, renunció recientemente por motivos personales. Esta situación obliga a la Federación Surinamesa a buscar un nuevo director técnico con poco tiempo disponible antes del duelo decisivo

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