En un paso significativo hacia la modernización de su infraestructura y la protección del medio ambiente, la ciudad de Tarija ha puesto en funcionamiento una avanzada planta de tratamiento de aguas residuales en su matadero municipal. Este proyecto, pionero en la historia del matadero, representa un avance sustancial en la gestión de residuos industriales y la sostenibilidad urbana.

La nueva instalación, que requirió una inversión de 17 millones de bolivianos, está diseñada específicamente para el tratamiento de aguas industriales y se posiciona como una de las más modernas y eficientes a nivel nacional. El financiamiento de esta obra clave provino en gran medida de la cooperación internacional, con un aporte sustancial de Suecia, complementado con fondos del gobierno municipal.

Si bien se llevó a cabo un acto protocolar de inicio de operaciones, las autoridades municipales enfatizaron que la planta se encuentra en una fase inicial de funcionamiento. Este período de ajuste es crucial para asegurar el óptimo rendimiento del sistema y realizar las calibraciones necesarias. Se explicó que, como ocurre con infraestructuras complejas similares, como la reciente planta de tratamiento de residuos sólidos urbanos, la puesta en marcha requiere un seguimiento detallado para identificar y corregir posibles inconvenientes operativos, garantizando así un funcionamiento eficiente y duradero a largo plazo.

El proceso de tratamiento implementado en la planta está diseñado para asegurar la depuración completa del agua residual, hasta alcanzar un nivel de claridad óptimo. Se estima que la planta tratará diariamente alrededor de 70 mil litros de aguas residuales, que hasta ahora eran vertidas directamente a fuentes hídricas sin tratamiento previo.

Un aspecto innovador de este proyecto es la reutilización del agua tratada. En lugar de desecharse, el agua depurada será transportada en camiones cisterna para el riego de extensas áreas verdes de la ciudad, abarcando desde la zona de la nueva terminal de autobuses hasta la rotonda de acceso a San Mateo. Esta iniciativa permitirá al municipio reducir significativamente la compra de agua potable para riego, generando un ahorro considerable en el presupuesto municipal. Estos recursos liberados podrán ser redirigidos a otras áreas prioritarias para el desarrollo urbano y la atención de las necesidades de la comunidad.

Con la puesta en marcha de esta planta de tratamiento, Tarija no solo mejora la gestión ambiental de sus instalaciones municipales, sino que también optimiza el uso de recursos hídricos, promoviendo prácticas más sostenibles y eficientes en la administración pública

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