La reciente toma de posesión de Omar Yujra como presidente de la Cámara de Diputados ha generado un ambiente de tensión y confrontación política. Este miércoles, un grupo de diputados de la facción evista se congregó en las puertas del hemiciclo con la intención de abrirlas, expresando su preocupación sobre el futuro de las sesiones legislativas.
Los legisladores críticos, liderados por Santos Quispe, no dudaron en calificar a los miembros del partido arcista como detractores de la democracia y del bienestar del pueblo boliviano. Quispe acusó a Yujra de autoproclamarse en su cargo de manera similar a lo que hizo la expresidenta Jeanine Áñez, y advirtió que su grupo no permitirá que se lleven a cabo las sesiones bajo su liderazgo.
La instalación de Yujra y su equipo directivo se llevó a cabo en un ambiente caótico, con momentos de tensión que casi derivaron en enfrentamientos físicos entre algunas diputadas. La nueva directiva está compuesta por figuras como Deisy Choque, quien ocupa la primera vicepresidencia, y otros miembros que incluyen a Toribia Lero, Delfor Burgos, Gustavo Vega, José Maldonado y Oscar Michel en diversos roles de secretaría.
Durante su gestión, el expresidente Huaytari no logró convocar a más de 30 sesiones plenarias en un año, lo que llevó a la justificación de su escaso rendimiento a través de la realización de sesiones de comisión. En abril, Huaytari argumentó que cada sesión representaba un costo significativo para la Cámara, sugiriendo que era más eficiente agrupar varios proyectos para su aprobación en una sola ocasión.
A pesar de las defensas de Yujra sobre la legalidad de su elección, los evistas han manifestado su intención de replicar la estrategia de bloqueo. La diputada Deysi Choque, quien jugó un papel clave en la aprobación de la nueva directiva, aseguró que su bancada cuenta con la legalidad y la mayoría necesaria para operar.
Santos Quispe también destacó la unión de los evistas, camachistas y mesistas, formando un bloque que supera los 100 diputados, lo que pone en duda la capacidad del bloque arcista para alcanzar el quórum necesario. Esto sugiere que la Cámara de Diputados podría enfrentar un nuevo año de estancamiento legislativo